Azael Quintero Ospina es uno de los conductores de las dos busetas que seleccionó la Alcaldía de Ibagué para instalar un sistema piloto de vigilancia compuesto por cuatro cámaras de seguridad con el fin de monitorear el interior y exterior del vehículo.
La implementación de esta nueva estrategia, que busca fortalecer la seguridad en el transporte público de la ciudad, ha sido bien recibida por Quintero.
Aunque lo han robado escasas veces, sostiene que de ahora en adelante sentirá mayor tranquilidad al momento de realizar sus extensos turnos que duran entre 15 y 17 horas diarias.
“Ojalá que con este sistema la Policía pueda capturar a los delincuentes que nos roban el producido y de paso nos presten un apoyo más efectivo y rápido. Se siente uno más seguro y acompañado”, manifiesta mientras conduce el automotor.
Asimismo, hizo un llamado a las autoridades para que fortalezcan el patrullaje en barrios como Simón Bolívar, Nueva Castilla y La Ceibita en El Salado, que son utilizados por la delincuencia común para hurtar.
“Hay varias partes en la ciudad en donde atracan diariamente. Que esto sirva para que la Policía se ponga pilas y nos ayude”, asegura.
Cámaras acabarán la imprudencia
Para Quintero, las cámaras no sólo servirán para identificar a los sujetos que cometan delitos al interior de los buses, sino también para hacer un mayor control en temas de movilidad como desvío de rutas, trancones, e incluso verificar que el conductor respete las normas de tránsito.
“Estas cámaras van a poner en cintura a los colegas que hacen mucha ‘marrulla’ para no trabajar. Además controlará a varios imprudentes que transitan con exceso de velocidad por las vías de la ciudad y provocan accidentes”, cuenta.
Pero no todo es color de rosa. Varios conductores creen que con la implementación de este sistema de vigilancia, el popular pasajero de $1.000 que se sube por la puerta de atrás, mejor conocido como el ‘gangazo’, tenderá a desaparecer.
“Hay algunos conductores que no están de acuerdo por no les conviene. El pasajero de $1.000 se acabará con eso porque la cámara va a mostrar todo. Ahí si como dice el cuento: ni modo la ganga”, dice con tristeza.
Los pasajeros, por su parte, están de acuerdo con el sistema porque manifiestan que permitirá un continuo monitoreo de las autoridades al interior de los buses en donde varios han sido víctimas de asaltos.
«Hace unas semanas un tipo me sacó el celular de mi bolso sin darme cuenta. Ojalá que con estas cámaras por lo menos la Policía identifique a los ladrones y los meta a la cárcel«, resalta Astrid Góngora, pasajera de la ruta número siete.
Esta herramienta tecnológica será puesta a prueba durante ocho semanas para determinar si es viable implementarla en otros vehículos de transporte público de la ciudad.