El analista político Eduardo Bejarano le envió una carta al alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo denunciando las presuntas irregularidades que estarían inmersas en el proceso de contratación para construir la primera etapa de la segunda fase del acueducto complementario de Ibagué.
La misiva, que fue enviada con copia a la Procuraduría Provincial de Ibagué, enumera en seis puntos las observaciones que tanto el columnista de este portal como este medio de comunicación le han hecho a la polémica licitación de $27.244 millones que pretende adjudicar el gerente del Ibal, Alberto Girón.
«Esta comunicación tiene por objeto poner en su conocimiento diversas situaciones aparentemente irregulares en relación con el proceso contractual de la referencia, con el fin de que se tomen los correctivos correspondientes y evitar un posible daño antijurídico derivado de la falta de planeación, inobservancia de la normatividad vigente y la aparente imposición de condiciones restrictivas que limitan la pluralidad de oferentes, menoscabando así la transparencia del proceso», dice Bejarano. (Ver: carta completa)
De este modo, el analista expone los aspectos que estarían oscureciendo el más costoso contrato que pretende adjudicar la administración municipal, entre ellos los relacionados con los permisos ambientales, los requerimientos técnicos plasmados en la licitación y las fuentes de financiación para ejecutar el proyecto.
«Teniendo en cuenta la normatividad vigente en materia de contratación estatal, ambiental y en relación con los principios del ejercicio de la función pública como son el de planeación, economía, buen manejo de recursos públicos, eficiencia, eficacia, entre otros, de manera atenta dejo de presente las presuntas irregularidades que se podrían conjurar no solo por el desconocimiento de las normas aplicables a la contratación pública, sino particularmente por el no acatamiento de las mismas, la cual se constituiría en un posible dolo, generando, entre otras, consecuencias fiscales, disciplinarias y penales», subraya el analista.
Con esta carta, Bejarano pretende advertir al alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo para que, en el caso de que esta licitación le genere problemas con la justicia, el mandatario no pueda argumentar que dichas irregularidades se cometieron a sus espaldas.
«Los ciudadanos del municipio de Ibagué tenemos derecho a que se adelanten importantes proyectos con el lleno de los requisitos legales que nos garanticen la satisfacción de nuestras necesidades básicas, el progreso de nuestro territorio y aún más cuando los recursos que se encuentran en juego son bastante significativos», concluye el columnista.