Una hectárea de café produce alrededor de 17 a 20 cargas al año. El costo de la producción para cada una de ellas, que equivalen a 125 kilos, es de $ 720.000. Es decir, si un productor quiere ganarle al menos $ 80.000 a su carga, debe venderla por $ 800.000, un precio que le permite volver a sembrar el producto y darle un sustento a su familia.
Sin embargo, según explicó Milton Reyes Giraldo, presidente departamental de cafeteros, “este 2018 ha sido muy complejo, los precios han bajado y estamos trabajando a perdida”.
Y es que debido a las malas condiciones climáticas que se han presentando este año y a la recurrente caída del precio del dólar, los caficultores y sus familias se están viendo gravemente afectados.
Con cada carga de café están perdiendo alrededor de $ 30.000, ya que los compradores solo están pagando $ 690.000 o menos (dependiendo de cómo cierra el precio del dólar).
“Esta situación pone a los productores de café en un gran riesgo porque se está trabajando a pérdida y de continuar así, al no ser un negocio rentable, nos veremos obligados a abandonar nuestras fincas”, manifestó Reyes Giraldo.
Según las cuentas del Comité de Cafeteros del Tolima son 65. 515 las familias productoras en todo el departamento las que se están viendo afectadas con esta situación. Sin mencionar, los 81.530 empleados directos y los 177.004 indirectos que generan.
Ante esta preocupante situación, el comité se ha reunido con el Gobierno Nacional, exigiéndole soluciones para no seguir presentando pérdidas económicas.
“Una de las soluciones que le planteamos al Gobierno es que haga lo mismo que en la crisis del 2015, donde nos brindaron un precio estable de $ 800.000, independiente de la caída del precio del dólar. La diferencia la asumen ellos y nosotros no enfrentaríamos más perdidas”, indicó a EL OLFATO el presidente departamental de cafeteros.
Aunque esta es una crisis que enfrentan todos los que cafeteros del país, el Tolima – tercer productor a nivel nacional – teme por lo que pueda pasar si esta problemática no se soluciona.
En el departamento, el 80 % de las fincas cafeteras no miden más de una hectárea y media. Es decir, solo producen de 17 a 20 cargas que, cuando el precio está estable, solo les da para sobrevivir. ¿Qué pasará si no se estabilizan los costos?