El presidente Juan Manuel Santos recibió este viernes en la Casa de Nariño la antorcha de los accidentados Juegos Deportivos Nacionales 2015, un certamen que tenía como sede los departamentos de Tolima y Chochó, pero ante la improvisación y la demora en la entrega de los escenarios de Ibagué, terminó extendiéndose a 17 subsedes en Valle, Cundinamarca y Antioquia.
En Palacio y de manos del director de Coldeportes, Andrés Botero Phillipsbourne, el primer mandatario no solo recibió la llama, también propagó el mensaje de Paz que ésta representa y debe enmarcar las competencias que comenzarán el próximo sábado siete de noviembre en Chocó, Tolima y las sedes alternas.
“Me honra mucho que me hayan tenido en cuenta para esta distinción. Entregarle el Fuego al señor Presidente es un orgullo y como deportista y mujer es un reconocimiento que me motiva para seguir adelante en el deporte”, dijo emocionada Carolina Munevar, atleta con discapacidad que practica el paracycling.
“Voy por mi tercer oro en Juegos Nacionales. La otra semana viajo a Qatar a un torneo y al regreso me bajaré del avión casi directo a competir para buscar esa medalla”, destacó el campeón panamericano en Toronto, Miguel Rodríguez, que disputará squash.
Incertidumbre en Ibagué
Mientras esto ocurre en Bogotá, en Ibagué continúa la expectativa por la terminación de la piscina olímpica de la Unidad Deportiva de la 42. Algunas fuentes aseguran que las disciplinas de natación y polo acuático serían trasladadas, pero esa versión es desmentida por la administración.
Fabio Ramírez, director de los Juegos Deportivos Nacionales, dijo que la próxima semana vendrá a Ibagué con los presidentes de las federaciones de tejo y natación para que definan si pueden o no competir en estos escenarios.
La Alcaldía de Ibagué publicó en su cuenta de Facebook que el proceso de enchape de la piscina va en un 98% y que el próximo domingo “estaremos llenando las piscinas que servirán para las competencias de natación de los Juegos Nacionales”.
El Fuego Deportivo llegó a Coldeportes
El fuego, que simboliza la más pura esencia del deporte, descansa en Bogotá, en la casa desde donde se proyecta el diario vivir de la actividad deportiva del país, Coldeportes. Llegó después de ser trasladado desde el Palacio de Nariño por dos figuras mundiales: Miguel Ángel Rodríguez, medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, número cinco del mundo del squash y Carolina Munevar, medallista de plata en el Mundial de Ciclismo de Ruta en Notwsill (Suiza) 2015.
Los dos campeones estaban acompañados por el director de Coldeportes, Andrés Botero; el director de los Juegos, Fabio Ramírez García; el subdirector general, Juan Carlos Peña Quintero, y el director de Posicionamiento y Liderazgo Deportivo, Carlos Iván Bermeo.
“Este fuego representa el compromiso del deporte con la paz y la reconciliación. El paso de la antorcha por las diferentes ciudades, sedes y subsedes, nos dice que los Juegos ya son realidad y que la fiesta, iniciada de manera muy positiva con las pesas y el patinaje, la vamos a cerrar exitosamente”, dijo Botero al recibir el Fuego en Bogotá.
El pebetero arderá en la sede de Coldeportes los próximos dos días y seguirá su camino por Boyacá, Yopal y Villavicencio. Regresará a Bogotá el próximo primero de noviembre y tomará ruta definitiva hacia el Tolima para la apertura de los Juegos, el sábado siete de noviembre en Ibagué.
El denominado “Fuego del Agua” fue encendido el pasado siete de octubre en la ciudad sagrada de Nabusímake, en la Sierra Nevada de Santa Marta y ha recorrido diferentes destinos en Colombia, pasando por Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Quibdó, Bahía Solano, Acandí, Istmina, Capurganá, Medellín, Manizales, Pereira, Armenia, Cali y Popayán.