El debate de control político en el Congreso de la República citado por los miembros de la Coalición Colombia, los senadores Jorge Enrique Robledo y Claudia López sobre “La corrupción en el poder”, avivó la discusión nacional sobre este tema.
Con argumentos y pruebas desnudaron el modus operandi que demuestra que la Unidad Nacional, el Centro Democrático y Cambio Radical están involucrados en el caso de Odebrecht, el fiscal anticorrupción corrupto Gustavo Moreno, el cartel de las togas y el papel del Fiscal General de la Nación Néstor Humberto Martínez, mano derecha del banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo.
Señalaron que en Colombia sí existe un pacto de impunidad entre estos partidos para ocultar la verdad total en los casos de corrupción. Según un estudio de la Universidad de las Américas de Puebla (https://goo.gl/euDSZx), Colombia es el octavo país más impune del mundo, lo cual demuestra la grave crisis de las instituciones y de cómo la corrupción está instalada en todo el Estado colombiano. Para el Foro Económico Mundial nuestro país es el 127 más corrupto del mundo, siendo el 140 el que más.
Los argumentos de los dirigentes políticos de la Unidad Nacional, el Centro Democrático y Cambio Radical, se han centrado en afirmar que los citantes no han dicho nada, que la corrupción no existe en Colombia. Evaden el debate para en las próximas elecciones volver a reelegirse, con las mismas prácticas corruptas y clientelistas que mantienen este país. En síntesis, los mismos con las mismas.
Sin embargo, este pacto de impunidad no se suscribe solo a los temas nacionales. El desfalco de los $45.000 millones de los estudios y la construcción de los escenarios deportivos de los Juegos Nacionales en Ibagué, es nuestro propio elefante. Desde 2015 hasta la fecha, solo han respondido ante la justicia el abogado Orlando Arciniegas, el exdirector del Imdri Carlos Heberto Ángel, Jorge Navarrete, directivo de Typsa, el exsecretario de hacienda Oswaldo Mestre y algunos contratistas y asesores de rangos medios de la anterior administración liberal.
Preocupa entonces que ni los jefes políticos de quienes están ante la justicia, ni Andrés Botero ex director de Coldeportes -quien muchas veces aseguró que los Juegos Nacionales iban por buen camino-, ni el presidente Santos que aseguró que serían los mejores Juegos Nacionales de la historia, le dan respuesta alguna a los tolimenses.
¿Hay un pacto de impunidad para que los tolimenses no conozcamos la verdad en los Juegos Nacionales? ¿No tienen responsabilidad política quienes participaron en la dirección de la administración liberal de Luis H.? ¿Coldeportes no tuvo nada que ver? ¿Después de dos años la Fiscalía no ha encontrado nada más?
Nos toca a los tolimenses no ser indiferentes ante esto, la corrupción nacional y regional carcome el futuro de los colombianos, quienes nos han representado en nuestro departamento no han hecho nada para que esto cambie, en las próximas elecciones no podemos volverlos a elegir o sino seguiremos siendo gobernados por la corrupción y los pactos de impunidad que ocultan la verdad y protegen grandes poderes políticos y financieros del país.