Jaime Andrés Arroyave, un ibaguereño de 28 años, estudiante de Comunicación Social de la Universidad del Tolima, que empezó a entrenar clavados después de la muerte de su padre, cuando tenía nueve años de edad. Su consagración por la disciplina lo ha convertido en un reconocido deportista que se destaca fuera de Colombia.
Su mamá no quería que pasara tanto tiempo en la casa y deseaba incentivar en él, una actividad que le permitiera divertirse, y así olvidar un poco el lamentable suceso.
Entre las muchas alternativas que le ofreció doña Inírida Ramírez a su hijo, estuvieron los clavados, que de inmediato llamarón su atención. Su hermano Juan Sebastián ya entrenaba esta disciplina y, seguramente también fue por esto que Jaime decidió seguir sus pasos.
Sin embargo, Jaime nunca pensó que este deporte lo llevara tan lejos. Actualmente, reside en Alemania. Y trabaja en el parqué Europa Park, como parte del equipo de clavadistas, uno de los shows principales del parque.
Sus logros
En su primera competencia nacional quedó de subcampeón, y a partir de los buenos resultados obtenidos, el compromiso de Jaime por esta actividad deportiva se hizo más grande. Sus primeras clases fueron con el licenciado Leonardo Javier Rodríguez, entrenador tolimense y quien ha sido durante años la cabeza visible de los clavados en la ciudad de Bogotá.
Luego de un tiempo, empezó a entrenar con el licenciado cubano, Juan Carlos Quiñonez, quien ha sido como un padre para él, así como para muchos otros deportistas, que actualmente entrenan en una bodega en la calle 17.
Junto a Quiñonez, Jaime logró ser campeón nacional en varias ocasiones y pudo representar en tres oportunidades al país como parte de la Selección Colombia: dos campeonatos centroamericanos y del caribe en República Dominicana, y un suramericano de natación en Brasil.
Allí ocupó el tercer lugar en Centroamérica y el segundo en Suramérica. Su buen desempeño lo llevaron a hacerse acreedor al premio como deportista del año, otorgado por Accord Tolima en el año 2001.
Los obstáculos
Para Jaime, uno de los mayores obstáculos ha sido la falta de apoyo y la burocracia que, según él, existe entre las directrices del deporte tolimense. En el año 2008 luego de representar al departamento y al país en diferentes escenarios, decidió retirarse de las competencias pues “no tenía garantías ni condiciones para entrenar y competir dignamente”.
No obstante, siguió entrenando esporádicamente por su cuenta y realizando otro tipo de actividades como ingresar a la UT a estudiar y aprovechar sus conocimientos y experiencia para dar clases de natación y clavados en las Piscinas Olímpicas de Ibagué.
Su paso por Salitre Mágico
Por recomendación del también clavadista tolimense Eber Pava y con la intención de tomar nuevos aires, además de ganar algo de dinero, Jaime tuvo la oportunidad de hacer parte del equipo mexicano del show de clavados de altura de Salitre Mágico, durante siente temporadas.
Allí tuvo una destacada participación y se hizo popular por lanzarse desde una plataforma de 25 metros de altura y con el cuerpo impregnado de fuego.
El viaje a Alemania
Un día del año 2013, Jaime decidió que era hora de dar el siguiente paso y salir del país. Le habían hablado mucho de varias oportunidades en el extranjero como el crucero Royal Caribbean Resort y las posibilidades de trabajar en parques y centros turísticos en Europa.
Con ayuda de su amigo Jonathan Paredes, mexicano y participante del tour mundial de Red Bull junto a Orlando Duque, se aventuró, hizo papeles y viajó hacia el sur de Alemania para trabajar en el famoso parque de atracciones Europa Park. El mejor parque de Europa ubicado en el pequeño pueblo de Rust.
Desde entonces, se ha convertido en protagonista principal del show de clavados de altura y se ha ganado el reconocimiento de miles de turistas, que a diario visitan el popular centro de recreación que cuenta con más de 12 zonas temáticas, 16 montañas rusas y un espacio de 85 hectáreas exclusivas para la diversión.
A pesar de la distancia, considera que parte de su vida en Colombia sigue intacta y su carrera como comunicador social-periodista camina a paso lento, pues a veces tiene oportunidad de enviar sus trabajos por correo electrónico.
Ha podido conocer múltiples culturas, pues los clavadistas que trabajan con él se dedican, gran parte del año, a dar espectáculos alrededor del mundo. Muchos de ellos son de otras nacionalidades. Algunos colombianos también han hecho parte de ese equipo, como es el caso de los caleños Orlando Duque, Miguel García y Cristian Arayón.
Difícil la situación de los clavados en Ibagué
Sobre esta disciplina en Ibagué, piensa que el problema es que gran parte de ella se desarrolla en tierra y no se cuentan con los implementos necesarios, ni tampoco con la voluntad de invertir. Además de ello, argumenta que el salario de los entrenadores es pésimo.
“He tenido la oportunidad de car clases a niños en las piscinas olímpicas de Ibagué y resulta muy triste y frustrante porque el trabajo que se puede hacer es limitado”, aseguró. Reconoce que en el Tolima hay mucho talento pero no las condiciones para desarrollarlo.
Por ahora, Jaime espera terminar temporada en Europa y volver a Ibagué, para terminar su octavo semestre de la carrera, además de retomar actividades con la banda musical Mad Time, en la que participa desde el año 2004 como vocalista.