Informalidad laboral: una realidad que avergüenza

Por: JAIME EDUARDO REYES

Existe en los empresarios ibaguereños una creciente preocupación con el actual clima de negocios de la ciudad, el cierre de empresas y la pérdida de empleos.

El alza de los impuestos y las pocas utilidades que arrojan las operaciones del negocio está limitando el crecimiento de las empresas existentes y la formalización de micro y pequeñas empresas, el 94 % de estas en Ibagué son micro. Y junto a ellas, también llega la informalidad laboral.

La afirmación es validada por los indicadores, para junio de 2018, el 54.5 % de los ocupados no contribuye a pensión y el 50.3 % de los ocupados no contribuyen a salud.

La informalidad impide aprovechar el potencial de un sector de la economía, negándole oportunidades al emprendimiento e implementando un sistema laboral caracterizado por bajos ingresos, inestabilidad, desprotección en salud y violación de derechos. La informalidad perpetúa la pobreza, limita la productividad, entorpece el crecimiento económico y desafía la gobernabilidad democrática.

En Ibagué, los recurrentes programas de micro-empresariado llevaron a la formación de un tejido microempresarial de bajo valor agregado que oculta la falta de empleos productivos y de calidad propios de las medianas y grandes empresas. La baja calidad del empleo conllevó a que el ingreso promedio de los hogares sea inferior al salario mínimo legal mensual vigente.

Resolver el problema de la informalidad laboral requiere de políticas públicas que retengan a los estudiantes en el sistema educativo hasta que finalicen el bachillerato. El reto es establecer costos de oportunidad que favorezcan la permanencia de los estudiantes, mejorando la calidad y remuneraciones de los empleos de los jefes de hogar.

¿Qué medidas se pueden tomar?: Para acabar la informalidad laboral hay que impulsar la formalidad.

Entre las medidas se pueden mencionar, promover la formalización de microempresas en un entorno propicio para su crecimiento apoyando la innovación, la productividad y la competitividad; generar incentivos para que la formalidad sea un buen negocio mediante el financiamiento de proyectos de ampliación de mercados para empresas que se formalicen; estimular la formalización de los trabajadores por cuenta propia, articulando de manera más eficiente la educación y formación con el empleo.

El emprendimiento de negocios y de empresas de profesionales universitarios requiere pasar de la formulación de ideas y planes de negocios, al impulso de la asociatividad y el acompañamiento a la incubación de medianas empresas en sectores modernos y de alto valor agregado.

La informalidad laboral en Ibagué es una realidad que avergüenza, debido a las afectaciones que produce en la calidad de vida de las personas, es un hecho que se debe revertir y que por requerir de tiempo para lograrlo se debe considerar como inaplazable.  

Foto: EL OLFATO

Fecha: lunes - 15 octubre - 2018