La encuesta de percepción ciudadana del programa Ibagué Cómo Vamos reveló que la movilidad es uno de los temas que más genera inconformismo entre los ibaguereños y que los tiempos de desplazamiento aumentaron producto de los trancones, el deterioro de la malla vial y las largas filas de busetas vacías en las estrechas vías de la ciudad.
El 37% de los encuestados el año pasado respondió que hubo un aumento en el tiempo de desplazamiento entre el hogar y su lugar de trabajo o estudio. En el año 2013, sólo el 27% de los ciudadanos pensaba que sus trayectos eran más largos. Esto significa un incremento 10%, entre un año y otro.
En la encuesta de 2014, el 47% dijo que se demoraba el mismo tiempo y sólo el 16% aseguró que era más rápido llegar a su casa, a su sitio de trabajo o al lugar de estudio.
Lilian Andrea Castro, directora del programa Ibagué Cómo Vamos, expresó que los ciudadanos cada año hacen más uso del transporte privado (carro o motocicleta) y eso afecta considerablemente la movilidad.
Por ejemplo, en el año 2011, el 57% de los encuestados aseguró que usaba el transporte público y en 2014 la cifra cayó al 49%. Y eso se debe a que, seguramente, muchos de ellos compraron un automóvil o una motocicleta. El uso de vehículos particulares -carro o moto- aumentó. Pasó del 31% en el 2011 al 36% en 2014.
Castro resaltó que la ciudad está en el momento exacto para empezar a pensar con seriedad cómo será el tema de la movilidad en el futuro y el próximo Alcalde tendrá que tener esta problemática como prioridad en su agenda de trabajo.
Alternativas de movilidad
Más allá de las cifras lo que queda claro, es la necesidad que tiene la ciudad para encontrar soluciones concretas y alternativas para mejorar la movilidad.
Ibagué como ciudad intermedia no puede pensar en un sistema de transporte masivo, tipo TransMilenio, según explicó José Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional.
Las condiciones de infraestructura vial de la ciudad y el número de habitantes resultan insuficientes para garantizar la construcción y sostenimiento de un sistema de transporte de estas características, manifestó Rojas.
"Lo ideal para una ciudad como Ibagué es un modelo con buses y busetas articulados, concesionado, mixto o público. Eso podría funcionar mejor", aseguró. Además, se podría construir una infraestructura vial para medios alternos, que permitan el uso de medios humanos, como la bicicleta.
"Ibagué es una ciudad con un clima y unas condiciones topográficas perfectas para el uso de la bicicleta", subrayó el experto.
De igual manera, el académico señaló que las políticas de transporte público y movilidad deberían trascender gobiernos y proyectos políticos individuales, pues de esta manera se garantiza una planeación estratégica sobre este tema tan complejo como la movilidad.