La entrega de la quinta versión de la encuesta de percepción Ibagué Como Vamos, realizada por la Cámara de Comercio de Ibagué, la Universidad de Ibagué y el diario El Nuevo Día, debió contar impajaritablemente con la presencia del Alcalde Luis Hernando Rodríguez. Lastimosamente coincidió con El Día sin carro y el mandatario prefirió asistir a otro evento, y no encarar una encuesta que lo volvía a dejar mal parado.
La decisión del señor Alcalde de no asistir al evento podría tener varias lecturas:
– Conoció de antemano los resultados y comprobó que la tendencia de inconformidad y desaprobación de su gestión se mantenía e incluso crecía.
– Sus asesores le recomendaron no asistir
– No tiene un plan B para encarar estas responsabilidades y como está de salida ya no le importa, considera estar por encima del bien y del mal. Se siente ex.
– Mantiene distancia con los gremios económicos de la ciudad
– Tiene preparado el libreto de que los resultados de la encuesta, no son más que el trabajo de los enemigos de la administración. Peregrino argumento.
– Hay que seguir argumentando que la administración va muy bien, pero que lastimosamente se acabó el mandato y no se diseñaron estrategias de comunicación para dar a conocer las diferentes gestiones que ha desarrollado el gobierno de la “Seguridad Humana”. Como quien dice gestión “autista”.
– No tiene asesores juiciosos que se ingenien una estrategia que contrarreste los resultados de la encuesta, punto por punto. Como por ejemplo un día antes o un día después de la presentación de resultados, convocar a una rendición de cuentas, explicando los temas de seguridad, salud, educación, vías y todos los que corresponden a la calidad de vida de los ibaguereños.
– Busca desestimar y estigmatizar esta categoría de mediciones entre la ciudadanía y de paso minimizar el trabajo que hacen las entidades que conforman el programa Ibagué Cómo Vamos.
– No soporta encarar la realidad de lo que piensan él y sus asesores respecto de su gestión y la percepción que tienen los gobernados.
– Le cuesta trabajo distinguir entre el discurso de candidato y el discurso de alcalde en propiedad. En el primero se promete. Pero en el segundo se cuentan los resultados.
– No logró entender el señor Alcalde que esta clase de mediciones son herramientas que sirven para mejorar la gestión, para consolidar trabajo en equipo, independientemente de cuáles sean los resultados.
– El Alcalde es una persona conformista. Le parece que lo que se hace es suficiente y no acepta la inconformidad de la gente.
– Le ratificó a sus electores que se volvió distante y lejano. Es obvio él alcanzó sus metas personales al llegar a la Alcaldía, pero lamentablemente no pudo superar expectativas respecto de los temas de ciudad.
Así las cosas para la sexta entrega de Ibagué Cómo Vamos, el colectivo del programa sabe de antemano que al primer mandatario de los tolimenses, no asiste si los resultados le siguen siendo adversos, por lo tanto deberá ingeniarse una estrategia que permita contar con la presencia del Alcalde de la ciudad y no obtener como respuesta un: Ibagué yo no voy.