Al aire libre, con presentaciones de artistas locales, y ante centenares de invitados que se ubicaron en el corredor peatonal frente al Palacio Municipal se posesionó este miércoles el nuevo Alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez.
Lo hizo ante el notario segundo del circuito de Ibagué, Germán Eugenio ‘Tino’ Alvarado, quien tomó el juramento en medio de aplausos y los cánticos de la barra Revolución Vinotinto Sur.
Juramento en el acto de posesión pic.twitter.com/O6V303wARM
— Guillermo Jaramillo (@GA_Jaramillo) diciembre 30, 2015
Jaramillo subió a la tarima con su esposa Vilma Gómez y sus dos mascotas Pink y Chuy. Uno de los perros, Pink, se robó el show en plena posesión. Cuando el notario leía el acta, el perro – que tiene desde que fue secretario de Salud de Bogotá – puso sus patas delanteras sobre el escritorio, siguió de cerca el trámite y después se sentó en el escritorio.
Al acto de posesión asistieron personalidades locales y nacionales como el cantante ibaguereño Santiago Cruz, el empresario Carlos Alvarado, propietario de la cadena de supermercados Mercacentro, y políticos como Piedad Córdoba, Clara López, Alfonso Gómez Méndez y Gabriel Camargo, entre otros.
El discurso y su ‘terrible diagnóstico’
El entrante mandatario aseguró que Ibagué debe recuperarse del lamentable manejo administrativo que tuvo la ciudad, “una ciudad sin autoridad”, en una clara alusión a la falta de carácter y liderazgo que tuvo su antecesor Luis H. Rodríguez.
Dijo que recibe una Alcaldía donde hay “ausencia de gestión pública”, sin credibilidad ante el Gobierno Nacional, endeudada y con graves problemas de continuidad en la prestación del servicio de agua.
Dejaron también un Plan de Ordenamiento Territorial (POT) con vacíos y sin planificación a largo plazo, y una Empresa de Acueducto desangrada por millonarios contratos que terminaron enriqueciendo a los contratistas.
Mensaje contra la corrupción
Uno de los momentos más importantes de su discurso fue cuando hizo alusión a la corrupción, tal vez el principal flagelo que ha padecido la ciudad en los últimas décadas.
“Ibagué necesita urgentemente una intervención a fondo. Honesta, valerosa, que rompa con una historia de pobreza, mediocridad, conformismo, ineficiencia y corrupción, que le ha traído atraso y desesperanza a sus habitantes… Me comprometo a conducir y poner al servicio de Ibagué un gobierno pulcro, eficiente y transparente, con cero tolerancia a la corrupción, donde la contratación se haga en medio de actos públicos, de cara a la ciudadanía, con control ciudadano en la ejecución y siempre en procura del bienestar y la prosperidad de todos los ibaguereños”, afirmó Jaramillo en tono enérgico.
Dispuesto a trabajar con Óscar Barreto
Guillermo Alfonso habló de su relación con el gobernador del Tolima, Óscar Barreto, de los temas que los pueden unir y los que los diferencian.
Jaramillo expresó que espera desarrollar proyectos de infraestructura vial y salud especializada (pediatría, ginecología, medicina interna y cirugía) en Ibagué con el apoyo de la Gobernación del Tolima.
Le pidió que se unieran para salvar a la Universidad del Tolima, y que la administración departamental transfiriera oportunamente los recursos que debe girarle a la institución.
Pero también aprovechó para lanzarle una ‘puya’ por su cercanía con el empresario Henry Escobar, distribuidor del aguardiente Néctar. “Necesitamos que la Licorera y la Lotería del Tolima se mantengan. Que se cierren las fronteras para que se fortalezca la Licorera del Tolima. Necesitamos que lo público prevalezca por encima de lo privado, porque ese es el sustento para la salud de los más desposeídos y necesitados de nuestro departamento y de nuestro municipio”, advirtió.
Finalmente, manifestó que espera resolver de la mano con Óscar Barreto el lío de los escenarios de los Juegos Deportivos Nacionales que dejó Luis H. Rodríguez, “porque como van las cosas no nos van a dejar sino unas obras votadas como ustedes pueden ver ahí”.
Minería
Sobre el tema de la mina La Colosa, anunció que el cuatro de enero presentará ante el Concejo de Ibagué un proyecto de acuerdo para que los ibaguereños decidan, a través de una consulta popular, si aprueban o no la minería a cielo abierto en la región.