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La falta de cultura ciudadana se está convirtiendo en uno de los principales obstáculos para que en Ibagué se implementen ideas innovadoras. Las iniciativas para embellecer la ciudad, o para incentivar el uso de medios de transporte alternativos, están condenadas al fracaso debido al irrespeto de algunos ciudadanos por los espacios públicos.
En los últimos meses, en la capital del Tolima se han intentado implementar iniciativas como el plan piloto de «bici-carril», el préstamo de bicicletas públicas o la recuperación de parques y zonas verdes. Sin embargo, todas estas propuestas han fracasado por el mal comportamiento de los ciudadanos.
El pasado 27 de agosto, este portal denunció que el «bici-carril» que implementó la administración municipal por un tramo de la avenida Ambalá se había convertido en el nuevo parqueadero público de la ciudad, ya que los propietarios de vehículos no dudaron en invadir el espacio destinado exclusivamente para los ciclistas. (Ver: ¡Lo que se esperaba! Bicicarriles terminaron siendo invadidos por vehículos mal estacionados)
De la misma manera, la falta de cultura ciudadana, sumada a los problemas de inseguridad que se viven en la ciudad, perjudicaron la iniciativa del Centro Comercial La Estación de implementar un servicio de bicicletas públicas en la capital del Tolima. El pasado 3 de septiembre, una de las 25 bicicletas dispuestas por el Centro Comercial fue hurtada por delincuentes cerca al puente del Sena. (Ver: ¡El colmo! Se robaron una bicicleta pública del centro comercial La Estación)
El más reciente caso que indignó a los ciudadanos fue el daño del letrero de «Yo amo a Ibagué» ubicado en la plaza de Bolívar. Pese a que este emblemático sitio del centro de la ciudad fue restaurado hace pocos meses y se invirtieron $58 millones, a algunas personas no les importó dañar y ensuciar el lugar. (Ver: ¡Inaceptable! Rayaron el letrero de “Yo amo a Ibagué” ubicado en la plaza de Bolívar)
Y como estos casos, en Ibagué también es posible hablar, por ejemplo, de los ciudadanos que parquean en cualquier zona, los motociclistas que no respetan las normas viales, o las personas que arrojan basura y escombros en cualquier lugar de la capital del Tolima.
Pero recordemos que el pasado 30 de enero, el alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, había anunciado que iniciaría una campaña de cultura ciudadana y civismo en compañía del exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus. Sin embargo, la realidad diaria de la ciudad confirman que la supuesta campaña fue solo un anuncio más del mandatario local.
«Es cuestión de zanahoria y garrote»
El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ibagué, Luis Alfredo Huertas, dijo que quienes dañaron el letreto «Yo amo Ibagué» son unos «desadaptados» que no deben ser llamados ibaguereños.
«Me parece el colmo, unos completos desadaptados que no merecen llamarse Ibaguereños. Falta mucha autoridad y dejar tanta permisividad. Mucha gente reconstruyendo al ciudad y unos desadaptados ensuciándola y dañándola», expresó.
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De acuerdo con Camilo Delgado, presidente del Concejo de Ibagué, la falta de cultura ciudadana sigue siendo el principal impedimento para que las políticas públicas y las iniciativas privadas no logren prosperar en la ciudad. Por eso, es necesario premiar a los ciudadanos que contribuyen al cuidado del espacio público, y castigar a quienes atentan contra los bienes de la ciudad.
«Aquí la política del garrote y la zanahoria se convierte en la única alternativa para poder superar este problema. Garrote para sancionar a los vándalos que se están apropiando de los espacios que son para la comunidad; y zanahoria para todos aquellos ciudadanos que defienden lo público y ponen su grano de arena para hacer de Ibagué una ciudad más acogedora«, afirmó Delgado.
Además, Delgado se refirió al daño del letrero la plaza de Bolívar: «Lo que presentó con el aviso de la plaza de Bolívar es un claro ejemplo de falta de sentido de pertenencia y amor por la ciudad«.
Del mismo modo, el presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Ibagué, Andrés Sierra, manifestó que la falta de cultura ciudadana debe asociarse con la carencia de educación y el poco sentido de pertenencia de algunos ciudadanos.
«Es la máxima expresión del problema que pasa en Ibagué. El grado de poca educación con la que nos toca combatir a nosotros. Tenemos mucho por hacer en educar a la gente. Hay desidia en el sentido de pertenencia«, aseguró Sierra.
Y concluyó: «La falta de pertenencia no es solo por el pícaro, sino por los ciudadanos que se dan cuenta y no hacen nada. Uno no puede ser indiferente ante estos actos. Estas acciones muestran que tanto lo privado como lo público deben trabajar en eso y ojalá hayan buenas campañas que incentiven a los buenos ciudadanos para que continúen cuidando a Ibagué«.
