Fue el plan del domingo para miles de tolimenses. Las principales calles de Ibagué, desde el aeropuerto Perales hasta el estadio Manuel Murillo Toro, se vistieron de ‘vinotinto y oro’ para recibir al campeón de la Liga Águila I-2018.
Todos querían gritarles: !Gracias! Fueron muchos años de espera para que el trofeo más codiciado del fútbol profesional colombiano regresara a Ibagué, sede del Deportes Tolima. (Ver: Se acabó la sequía: Deportes Tolima es campeón después de 15 años)
Hacia la media mañana, cuando aterrizó el avión de Avianca que los traía desde Bogotá, los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos se acomodaron en una de las máquinas del cuerpo oficial de Bomberos de Ibagué.
La caravana de la victoria inició en la remodelada vía al aeropuerto Perales, luego tomó la avenida Pedro Tafur y después subió por la carrera Quinta hasta el puente del Sena. (Ver: Se prendieron las fiestas en Ibagué con la segunda estrella del Deportes Tolima)
Durante ese recorrido, la maicena, la espuma, las banderas y las trompetas se mezclaron con los gritos apasionados de los hinchas que festejan la segunda y esquiva estrella del equipo ‘pijao’.
La ruta continuó por la avenida Ferrocarril hasta la calle 37. Luego descendieron por esa vía hasta el estadio Manuel Murillo Toro. Allí, la Alcaldía de Ibagué tenía la fiesta lista.
Fueron tantos los aficionados que salieron al encuentro que el desplazamiento se tardó cerca de cinco horas y el almuerzo, en el Hotel Estelar, que estaba programado para las 2:30 de la tarde, se tuvo que postergar.
«¡Qué alegría ver este estadio lleno! Una de mis ilusiones era esta: darle esta estrella al Deportes Tolima y que ustedes la disfrutaran«, dijo Alberto Gamero, durante el festejo en el estadio Manuel Murillo Toro. (Ver: Gamero silenció al periodista de Win que pronosticó -de manera grosera- el triunfo de Nacional)
Los jugadores dieron la espera vuelta olímpica y el público los aplaudió de pie. Uno de los más felices era el Sebastián Villa, el talentoso mediapunta antioqueño, protagonista en la final ante Atlético Nacional. De sus pies salieron el primer gol y el pase gol que forzó los disparos desde el punto penal.
Esta fue su despedida de la afición tolimense porque en los próximos días viajaría a Buenos Aires para cerrar la negociación con Boca Juniors.
Una vez concluida la celebración en el Manuel Murillo Toro, el equipo se dirigirá al hotel Estelar.