Ibagué no ha podido ganarle la batalla a las busetas ‘chimenea’. Durante el 2017, más de 80 conductores de estos vehículos de servicio público han sido sancionados por no realizar la revisión técnico-mecánica y de gases que exige la ley.
Manuel Sánchez, director Operativo de la secretaría de Tránsito de Ibagué, afirmó que desde el primero de enero hasta el 15 de mayo del 2017, se han impuesto 84 comparendos a vehículos de servicio público por no realizar la revisión técnico-mecánica, o porque aún portando este certificado, se encuentran en condiciones poco favorables para el medio ambiente.
Esta situación se evidencia en un video obtenido por este portal, en el que una buseta de placas WTK 550 que transita por el barrio La Cima, arroja bocanadas de humo durante todo su recorrido.
Como éste, son muchos más los vehículos en estas condiciones que no solo contaminan el ambiente, sino que afectan también la salud de los ciudadanos, hasta el punto de causar enfermedades respiratorias, y en el peor de los casos, cáncer de pulmón.
Al respecto, la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, afirmó que la calidad del aire en Ibagué es buena, toda vez que las concentraciones de material particulado que expulsan estos vehículos son inferiores al límite establecido por norma.
«Nosotros tenemos una red de monitoreo de calidad del aire en tres puntos de la ciudad. Las mediciones siempre han evidenciado que la cantidad de material particulado en Ibagué es de 32 microgramos por metro cúbico, y la norma establece como límite los 50 microgramos por metro cúbico», explicaron fuentes de Cortolima.
Sin embargo, indicaron que en algunos puntos críticos de la ciudad, como en la calle 15 entre carreras segunda, tercera y cuarta, los resultados no son los mismos debido a la congestión vehicular que allí se presenta.
En este sentido, Cortolima señaló que los principales controles ambientales los realizan en los Centros de Diagnóstico Automotor, quienes entregan informes mensuales sobre las pruebas realizadas a los vehículos, para garantizar que estos transiten sin afectar el medio ambiente.
«Hacemos un riguroso seguimiento a los CDA, hasta el detalle de revisar cada diagnóstico que ellos hacen. Entonces analizamos los resultados en bruto que arrojan los equipos de medición y si encontramos una inconsistencia, le informamos al CDA para que repita las pruebas. En eso nos hemos enfocado para garantizar que la calidad del aire no se vea afectada», manifestó Cortolima.
Entre tanto, Sánchez afirmó que luego de recibir el comparendo y la inmovilización, los conductores de estos vehículos deben realizar el mantenimiento de las bombas de inyección y de los turbos, que son los elementos contaminantes, para que las busetas puedan seguir prestando el servicio público.
«Si ellos no desarrollan esa acción regularmente bajo una ficha técnica de mantenimiento que deben llevar todas las empresas, los vehículos se deterioran y toca sacarlos del sistema de transporte», concluyó el funcionario.