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Ibagué está hecha un caos. El falso rumor de que por el paro camionero ya no había combustible en las estaciones de servicio tiene a la ciudad alterada y, como era de esperarse, muchos salieron a aprovecharse de la emergencia.
En bolsas, botellones de agua y todo tipo de recipientes los ibaguereños salieron a comprar gasolina. Unos para sus vehículos, pero muchos otros para revenderlos y aprovechar el desorden.
De nada ha servido el mensaje de tranquilidad que envió el secretario del Interior del Tolima, Ricardo Orozco, quien aclaró que ni hay desabastecimiento de combustible en Ibagué y que el paro camionero no tiene nada que ver con este asunto.
Orozco insistió en que sí hay un conflicto laboral con cerca de 40 transportadores que prestan sus servicios en la planta de Terpel en Gualanday, pero que confía en que esa situación se resuelva en cuestión de horas.
Pero en la calle sigue el voz a voz. «Estamos haciendo fila aquí porque Ibagué se quedó sin gasolina por el paro camionero», dijo Miguel Rodríguez, uno de los ciudadanos que hace fila en la estación de combustible del sector de El Papayo.
Mientras tanto, en la calle 60 con avenida Guabinal, observamos a un adulto mayor que llegó con un botellón de agua para vendérselo a los conductores. «Vendo el timbo (recipiente) en $3.000», arengaba el hombre.
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Otros hicieron la larga fila, pero no solo llenaron el tanque de la motocicleta. También llevaban gasolina en bolsas que empacaban en sus maletines.
Por otra parte, varias estaciones de servicio se vieron obligadas a reforzar la seguridad debido a la masiva afluencia de público.
Desbordado número de clientes es un riesgo para el abastecimiento
Las autoridades piden calma porque en este momento hay combustible en la ciudad, la planta de Terpel en Gualanday tiene gasolina suficiente, pero la gran cantidad de compradores puede generar problemas de desabastecimiento mientras se resuelve el conflicto laboral con los transportadores de esta compañía.
