Sacarle una sonrisa a los niños que se encuentran internados en el Hospital Federico Lleras Acosta y compartir con ellos un rato de diversión, es lo que hace el colectivo ‘Héroes sin fronteras’ de Ibagué.
Se trata de un grupo de amigos que desde hace un año inició con esta labor social cuyo objetivo principal es hacer que los menores olviden por unas horas el dolor que padecen a raíz de distintas enfermedades.
Esto lo logran disfrazándose de reconocidos superhéroes, tales como ‘Batman’, ‘Batichica’, ‘La mujer maravilla’, ‘Linterna verde’, ‘Thor’, entre otros.
A través de estos personajes, los integrantes del colectivo se acercan a los niños y a sus familias a compartir un rato de alegría, y a conocer un poco de la historia que hay tras cada uno de ellos.
«Lo más bonito es que los niños cambian su dolor por una sonrisa. Eso es lo que nos ha motivado a seguir adelante con esta causa», cuenta César Rodríguez, uno de los integrantes de este colectivo.
«Nuestra labor nos ha enseñado a ser muy agradecidos con Dios porque una cosa es que digan que hay un niño enfermo y otra es entrar a esas habitaciones de la unidad pediátrica del Hospital y conocer casos tan difíciles», agrega.
Asimismo, indica que, aunque aún no se han conformado legalmente como una fundación, éste es el objetivo que esperan alcanzar muy pronto para poder seguir ayudando a estos niños que, en su mayoría, son de muy bajos recursos.
«Somos un colectivo, un grupo de amigos, por tal razón nosotros no recibimos donaciones de empresas, sino de personas que nos quieran apoyar desinteresadamente. Recibimos donaciones, regalos, juguetes, pañales, cosas de aseo y todo lo que deseen dar para ayudar a estos niños», manifiesta Rodríguez.
En este sentido, señala que las personas que estén interesadas en contribuir con esta labor pueden comunicarse a los números 3004012084 – 3213660009 – 3215806674, o escribirles a través de su página en Facebook llamada ‘Héroes SIN fronteras Ibagué’.
«Aparte de que los niños se sienten bien, al personal médico también se le ve el cambio porque ellos se alegran de ver que sus pacientes están felices», concluye César.