Debido al informe entregado por el periódico El Tiempo en el que se dice que Ibagué es la segunda ciudad capital del país con peor calidad de agua potable, el gerente del Ibal, Alberto Girón, dijo que la medición hecha por el Instituto Nacional de Salud no tiene en cuenta las diferencias entre el servicio que presta la empresa y la calidad del recurso hídrico que sale de los acueductos comunitarios.
Según el estudio hecho por el Indice de Riesgo de la Calidad del Agua para Consumo Humano, Irca, para el 2015 la capital del Tolima obtuvo una calificación de 49,64 %, lo que indica que existe un nivel de riesgo alto y que «no es apta para el consumo humano y requiere de una vigilancia especial». (Ver informe de El Tiempo)
Sin embargo, Girón dijo que, actualmente, el 84 % de los ibaguereños son usuarios directos del Ibal, mientras que el 16 % restante hace uso de los 32 acueductos comunitarios que no cumplen con los estándares de calidad que maneja dicha empresa.
«Cualquiera de nuestros usuarios puede consumir agua directamente desde la llave. La empresa prestadora del servicio es el Ibal y nosotros sacamos 10 sobre 10, los otros acueductos se rajaron y solamente dos de ellos sacaron tres puntos. Eso hace que el promedio de la ciudad baje y sea calificada de manera inadecuada», aseguró Girón.
De otro lado, el gerente del Ibal insistió en que es necesario que la administración municipal desarrolle una política pública que permita mejorar la calidad del agua de los acueductos comunitarios.
«Vamos a hacer inversiones cuantiosas en los próximos tres años que van a llevar a que Ibagué tenga el acueducto complementario con fuente alterna, que cobijaría a 18 de los 32 acueductos comunitarios. Los otros 14 los vamos a aglutinar y vamos a iniciar una serie de capacitaciones a nivel de ciencia y tecnología, y a nivel administrativo y operativo, para enseñarles a los acueductos y sus operadores cómo garantizar que el índice de calidad de riesgo del agua llegue a estar entre cero y cinco«, dijo Girón.
Por su parte, la secretaria de Salud de Ibagué, Valentina Salazar, insistió en que la calidad de agua de los acueductos comunitarios es mala. Esto hace que los ibaguereños que consumen el recurso hídrico que proviene de dichas fuentes estén en alto riesgo.
«Los acueductos comunitarios se proveen de quebrabas y allí el principal riesgo es microbiológico. Están contaminadas con heces humanas. También se han encontrado otros riesgos físico-químicos, como el alto índice de cloro residual«, dijo Salazar.