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Luego de cuatro intentos, la Fiscalía le imputó cargos al alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, por su presunta responsabilidad en el delito de celebración de contratos sin el cumplimiento de los requisitos.
La imputación tiene que ver con los hechos ocurridos por una posible triangulación de los recursos en el contrato del alumbrado navideño del 2016. (Ver: Continúa la película por el alumbrado navideño: Jaramillo, duro de imputar III)
El mandatario de los ibaguereños no aceptó los cargos y al salir de la audiencia, en medio de empujones y gritos de sus simpatizantes, manifestó que no se apropió de dineros de la ciudad.
“Aquí se ha elevado una imputación sobre la base de que la Fiscalía considera que se firmó y se hizo un convenio sin los requisitos legales, no es un tema de que yo me haya cogido un peso, ni le haya creado un daño económico al municipio”, afirmó Jaramillo sobre la imputación. (Ver: Jaramillo solicitó aplazamiento de audiencia de imputación en su contra porque no tiene abogado)
Agregó que en desarrollo del juicio habrá un debate jurídico y “vamos a dirimir si el convenio que se realizó cumple con los requisitos legales o no”.
Con la imputación de la Fiscalía el alcalde de los ibaguereños quedó formalmente vinculado al proceso penal.
La Fiscalía no solicitó la medida de aseguramiento contra el mandatario al considerar que no era necesaria para garantizar que Jaramillo comparezca ante la justicia. Ahora la Fiscalía debe preparar el escrito de acusación con el que lo llamará a un juicio oral y contradictorio.
El alumbrado navideño del año 2016 fue un verdadero ‘negocio’ que montaron funcionarios de la Alcaldía de Ibagué a través de la Corporación Festival Folclórico, una entidad sin ánimo de lucro y sin experiencia, a la que acudieron simplemente para evadir la ley de contratación estatal.
Labores investigativas del CTI de la Fiscalía permitieron demostrar que la Corporación se vio obligada a subcontratar tres empresas: la primera para diseñar, alquilar, transportar, instalar, realizar mantenimiento y desinstalar la decoración e iluminación navideña; la segunda, para alquilar, transportar, instalar, realizar mantenimiento y desinstalar la pista de hielo, pesebre navideño a escala, juegos infantiles, decoración y presentación del espectáculo artístico pirotécnico. Finalmente, subcontrató a otra firma para el suministro, alquiler, montaje y desmontaje de la tarima para novenas, que pagaría con los dineros que aportaría como cooperante.
Gracias a esta figura no hicieron una licitación pública sino que firmaron un convenio interinstitucional -a dedo-, con el objetivo de triangular los recursos públicos, en principio por $1.600 millones.
Alta tensión durante la audiencia
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La audiencia se desarrolló en un ambiente hostil, en medio de manifestaciones de apoyo y rechazo contra el alcalde Jaramillo. (Ver: Contratistas y líderes comunales acompañaron al alcalde Jaramillo a la audiencia de imputación)
La diligencia se llevó a cabo en el despacho del Juzgado Segundo Penal Municipal de control de garantías sin las condiciones técnicas de sonido, no hubo acceso al público ni a los medios de comunicación que con gran dificultad intentaron cubrir este acontecimiento.
Condiciones adversas a los intereses de la comunidad ibaguereña que busca conocer detalles de la investigación que adelanta el ente acusador contra Jaramillo por el presunto delito de contrato sin cumplimiento de los requisitos legales.
Según explicó uno de los policías que actúa como custodio en la audiencia dijo que como no había salas disponibles, el juez decidió adelantar la imputación de cargos al interior del despacho, en la parte más alejada en donde por supuesto no hay altavoces.
Luego de evadir la imputación en tres ocasiones e intentar cerrar esta investigación por parte de la Fiscalía, al considerar que este es un asunto disciplinario y no penal, Jaramillo llegó al Palacio de Justicia a las 10:00 de la mañana. (Ver: Jaramillo no se dejó imputar y pide a la Fiscalía que archive la investigación por el alumbrado navideño)
Durante su recorrido por la Plaza de Bolívar y la carrera segunda estuvo rodeado de pancartas y un grupo de seguidores que le gritaban “Jaramillo amigo, estamos contigo”. Sin embargo, otro grupo de detractores gritaba “Jaramillo el pillo”.
