Federico Hernádez Cubillo es tal vez el candidato por la rectoría de la Universidad del Tolima menos reconocido por la comunidad universitaria.
Es de Bogotá y, por ello, ha desempeñado gran parte de su vida académica y administrativa en esta ciudad. No ha vivido en la capital del Tolima, pero la considera una “ciudad hermosa” con mucho potencial.
En cuanto a la U. del Tolima, cree que es una de las mejores universidades del país, sin mencionar el potencial que todavía tiene por explorar esta institución. Por ello, gracias a su formación y la experiencia que ha conseguido en más de 20 años, cree que puede ser un gran líder del Alma Máter del departamento.
Hernández Cubillo es el actual vicerrector administrativo de la Universidad ECCI, cuenta en su hoja de vida con una Ingeniería en Mecánica de la Universidad Antonio Nariño, un tecnólogo en Mecánica Automotriz y una maestría en Gerencia Internacional de la Universidad de La Sabana. Además, se encuentra realizando un doctorado en Educación en la Universidad de Baja California, en México.
En su vida profesional ha estado al frente de diferentes compañías dedicadas a la Mecánica Automotriz, así como en la gerencia de empresas de transporte masivo. Este candidato por la rectoría de la UT se define como un especialista en todos los temas de organización.
Los planes que tiene para ejecutar Federico Hernández, si llega a ser elegido rector, son “evaluar el hacer de la universidad: adelgazar procesos, facilitar la movilidad internacional, crear mecanismos para fomentar la investigación y realizar cambios en los micro currículos, así como insistir en la evaluación de todos los procesos para cerrar brechas y promover la imagen y reputación en escenarios locales, nacionales e internacionales”.
Estos son sus planes de trabajo:
Más que propuestas para la institución, Hernández las define como tres aspectos en los cuales se deben trabajar desde raíz. Al menos así lo presentó a los integrantes del Consejo Superior, los encargados de elegir rector para Universidad del Tolima en el periodo 2018 – 2022.
Procesos: Para este proceso se requiere de la aplicación de la Ingeniería de Detalle y de un fuerte proceso de sobrecostos que allanen el camino hacia la eficiencia y permita que se abran más espacios para la masificación de la formación en la zona de interés local o nacional. Es vital realizar una revisión detallada de los procesos institucionales.
Talento humano: Si logramos que nuestro colaborador interno sea feliz, se sienta respetado, desee voluntariamente dar más, “dar el extra para ser extraordinario”, si él logra entender que está construyendo un proyecto de vida, país y mundo, será el punto de partida para que la imagen de la UT por si sola atraiga los capitales locales y foráneos que se necesitan conseguir para financiar diferentes lineas de investigación doctoral que por su nivel de publicación y de impacto moverán la opinión y persuadirán a los inversionistas.
Tecnología: Es necesario tener herramientas vanguardistas que evalúen los deseos del mercado, los deseos de los nuevos estudiantes, así como la creación de nuevos programas que cautiven la atención de los estudiantes. La UT debe seguir siendo un polo de atracción de juventudes hambrientas de cambio. Un campus vivencial lleno de experiencia que los impacten.
“Sin embargo, debo trabajar en otros puntos adicionales, los cuales convergen con estos tres pilares”, resaltó Hernández. Según expuso el candidato, se trata de tres ejes que llama: unidad, «atractividad» y eficacia.
“En la primera, se trata de fomentar prácticas de gobiernos corporativos, para poner a la universidad a funcionar con los gobernantes locales y departamentales, así como con el Consejo Superior para ayudarle a cumplir los sueños de los tolimenses. La segunda, sería maravilloso que todos los medios salgan a hablar bien de la UT, para ello debemos invitar a foros, conciertos, fortalecer el turismo…», expuso.
Finalmente, queda una tercera pauta, que es la eficacia, con esta busca atraer las prácticas internacionales, los instrumentos de gerencia financiera para poder controlar los recursos de manera adecuada, existiendo una vigilancia estatal por parte de la Contraloría y Procuraduría.
“Tengo muy claro que es lo que se debe hacer en la rectoría. La UT me parece una organización preciosa, con grandes potenciales. Tengo una ventaja con los demás candidatos y es que no estoy contaminado”, concluyó Federico Hernández.