El hombre responsable de luchar contra la extorsión en el país no tuvo pelos en la lengua. El general Fernando Murillo, director del Gaula de la Policía, le confesó a EL OLFATO que en las entrañas del Inpec hay algunos funcionarios que hacen parte de las redes de extorsionistas en las cárceles, incluida la de Picaleña.
El oficial también reveló su estrategia para poner fin a la pesadilla de la cárcel de Picaleña, la cual ha permitido la captura de siete guardianes del Inpec en el Tolima y de 20 cómplices de los internos.
¿Cuál es la realidad de la extorsión en este momento en el Tolima?
La extorsión en el Tolima este año trae una reducción del 34.6% frente al año 2017. El año pasado para la misma época nos habían denunciado 124 casos, este año llevamos 81. Los municipios más afectados han sido Ibagué, con 38 casos; Chaparral, 8; Líbano con 8; Honda, 3, y Mariquita, 2. La tendencia de la extorsión en el Tolima ha venido a la baja, de acuerdo con la estadística. Hay que destacar que el tolimense está denunciando a los grupos Gaula cuando lo llaman.
¿Quiénes son los responsables de las extorsiones?
El 100% de las extorsiones corresponde a delincuencia común, y el medio que más utilizan son las llamadas telefónicas, luego la modalidad de extorsionar directamente de persona a persona y finalmente la de cartas extorsivas. Pero el 55% son llamadas extorsivas. (Ver: Había cobrado giros por $31’000.000 producto de extorsiones desde la cárcel de Picaleña)
La cárcel de Picaleña continúa siendo una pesadilla para los tolimenses y los colombianos en general. ¿Qué está pasando y por qué no se puede frenar la extorsión allí?
Picaleña es una de las cárceles desde donde más se llama a extorsionar, desde muchos años atrás. Hasta hace dos años teníamos 32 centros carcelarios desde donde hacían las llamadas, ahora tenemos priorizadas 13 cárceles en el país y entre estas está la de Picaleña. Para dar esos resultados tuvimos que cambiar la estrategia.
¿Cuál ha sido esa estrategia y por qué se siguen registrando casos desde Picaleña?
Hoy no estamos registrando las cárceles. Cuando usted registraba una cárcel y hallaba un celular lo dejaba en depósito de la guardia del Inpec. Ahora estamos haciendo allanamientos en las cárceles y los celulares que se incautan se ponen a disposición del Gaula de la Policía para hacerle un análisis forense, lo que nos ha permitido identificar a víctimas de las extorsiones que no habían denunciado e identificar más victimarios y cómplices que hacen parte de las estructuras de extorsionistas.
¿Qué responsabilidad ha recaído sobre el Inpec si se tiene en cuenta que ellos tienen el control de la cárcel?
Los allanamientos nos han permitido identificar funcionarios públicos, en este caso del Inpec, que de una u otra forma han permitido que esos equipos ingresen a las cárceles. Para nadie es un secreto que mucho del fenómeno de la llamada carcelaria es producto de la corrupción que hay en algunos funcionarios del Inpec que dejan ingresar estos equipos de telefonía. (Ver: En dos semanas Fiscalía vincula a 11 personas por nexos con extorsiones desde cárcel de Picaleña)
¿Y qué ha pasado con los que han sido identificados? ¿Hay capturas?
El año pasado 14 guardianes se pusieron a disposición de las autoridades competentes, siete de ellos allá en el Tolima. Y dentro del plan transparencia con nuestro director del Inpec (general Jorge Luis Ramírez Aragón) estamos trabajando en la identificación de más funcionarios que hagan parte de estas organizaciones para judicializarlos. Atacar todo lo que haga parte de la cadena criminal, inclusive familiares de los internos.
¿Cuál ha sido el impacto de los allanamientos contra los extorsionistas en la cárcel de Picaleña?
El año pasado hicimos cuatro allanamientos allá, incautamos más de 100 celulares, más de 500 simcard, eso nos permitió identificar estructuras e imputarles nuevos cargos a esos delincuentes y a algunos cabecillas los trasladamos a cárceles de máxima seguridad como Valledupar, a donde no llega la señal de celular. Este año ya llevamos dos allanamientos, hemos encontrado más de 60 celulares y 250 simcard. Se llama Plan Demoledor.
General ¿qué ha pasado con los bloqueadores de llamadas que hay en Picaleña?
En el trabajo que se ha hecho con los bloqueadores en el Tolima, en Picaleña, se ha presentado un caso especial y es que cuando se le sube la intensidad para el bloqueo de los celulares se termina afectando a las comunidades cercanas a la cárcel. Y esto ha llevado a unas demandas, en las que el Inpec ha tenido que responder a nivel económico. Por eso cada vez que se les baja la intensidad a las frecuencias los únicos que ganan son los delincuentes porque pueden hacer las llamadas. Precisamente, estamos generando otras estrategias porque vemos que el bloqueo no ha impactado en el país, la gran mayoría de los centros de reclusión quedan en zonas urbanas.
En el país los tolimenses tienen fama de ser dóciles y de pagar sin poner resistencia. ¿Qué hacer?
Le estamos apuntando al tema preventivo para que la gente denuncie con el lema ‘Yo no pago yo denuncio’, que se comuniquen con la Línea 165. La denuncia permite establecer si la llamada es desde una cárcel, de una vez le informamos a la víctima, no se preocupen, por favor no conteste más. Un delincuente en una cárcel puede hacer al día 250 llamadas. Cuando la persona le cuelga y no le presta atención el delincuente no la vuelve a llamar. (Ver: Escuche cómo caen las víctimas de los extorsionistas “tío-tío”)
¿Cuál es su mensaje para que la gente no caiga y no pague?
Si la persona entabla conversación con el delincuente ellos tienen la capacidad de sacar información y de atemorizar, aterrorizar y terminan logrando su fin y es que la persona les consigne plata. El que paga una vez una extorsión de estas carcelarias termina extorsionado el resto de la vida por el mismo delincuente, cada mes lo van a llamar. Llamen al 165, estamos sumando esfuerzos con el Gaula Militar y la Fiscalía.