¿Es usted de las personas que vive con dolor de cabeza, cuello y espalda de manera permanente? ¿Le cuesta conciliar el sueño y siente que se levanta más cansado de lo que se acuesta? ¿Se irrita con facilidad y no logra concentrarse?, si es así, es uno de los miles de ciudadanos que actualmente sufre de estrés.
En primer lugar, es importante saber que el estrés es un proceso natural imperioso en el cuerpo humano, que se genera como respuesta ante condiciones amenazantes y la necesidad de adaptarse al entorno, a los cambios que habitualmente trae la rutina. Sin embargo, puede resultar perjudicial si es muy intenso o se prolonga en el tiempo.
A nivel cognitivo se pueden presentar dificultades para concentrarse, hallar soluciones a problemas sin importar lo pequeños que sean, y en ocasiones sensaciones de perdida de la memoria.
En funcional el estrés puede desencadenar afectaciones físicas como dolores de cabeza, cuello y espalda; tensiones musculares, alteraciones del sueño, fatiga, incluso enfermedades de la piel.
Generalmente cuando aparecen estos síntomas los índices de estrés alcanzaron su límite. Y si bien la mejor terapia es el descanso prolongado, lejos de la monotonía y la rutina diaria; a menos de que tenga la posibilidad de vivir en vacaciones permanentes, siga esta serie de recomendaciones:
- Prepárese lo mejor que pueda para sucesos que usted sabe pueden ocasionarle estrés, como una entrevista, una evaluación, cambios a nivel personal.
- Trate de ver los cambios como un reto positivo, no como una amenaza.
- Trate de resolver los conflictos con las demás personas por muy pequeños que sean.
- Fíjese metas realistas tanto en la casa como en el trabajo. Evite el exceso de planes.
- Es bueno quererse y tratarse bien. Si se ha hecho bien una cosa, felicítese por ello.
- Consuma alimentos bien balanceadas en forma regular.
- Duerma lo suficiente. Disfrute de sus vacaciones y los fines de semana como tiempo de ocio, y desconéctese de los problemas del trabajo cuando acabe la jornada laboral.
- Participe en algo que no le produzca estrés, tal como deportes, eventos sociales. Practique ejercicios de relajación por medio de la respiración y la meditación.
- Escuchar música es una buena terapia que le ayudara a liberar tensiones.
- Es importante aprender a organizarse, saber distribuir el tiempo para poder descansar, y establecer prioridades cuando no sea posible terminar todas las tareas.
- Tome decisiones intentando seguir un proceso lógico, sin huir de los problemas, y afrontándolos para decidir la mejor alternativa en cada caso.
- Actué con naturalidad y afronte las situaciones, sin preocuparse por lo que puedan pensar los demás.
- Apóyese en sus seres queridos. Pídales ayuda si cree que la necesita; no finja que está bien, porque la impostura puede provocar más ansiedad todavía.