La menopausia es una etapa en la vida de la mujer que indica el final de la función ovárica y, por lo tanto, del periodo de fertilidad. Está marcada, principalmente, por cambios fisiológicos importantes en la salud que son resultado de la falta de estrógenos, hormonas sexuales femeninas que contribuyen al normal funcionamiento del organismo.
“En Colombia, la edad promedio de la menopausia es de 51 años. Si bien en algunas mujeres la forma de manifestarse es más intensa, en otras se presente de manera más leve y con una duración menor”, aseguró el doctor Luis Martín Uribe, ginecólogo y endocrinólogo adscrito a Colsanitas.
Síntomas:
- Cambios en los períodos menstruales: las alteraciones del ciclo menstrual, hasta su finalización, es una de las primeras señales de la menopausia. Por lo general, se presentan ciclos sin ovulación y algunos retrasos, así como manchados intermenstruales. Estas alteraciones son conocidas como perimenopausia.
- Oleadas de calor: se presenta, principalmente, por los trastornos vasomotores. Las mujeres pueden experimentar una sensación de calor en la parte superior del cuerpo, acompañada de sudoración excesiva y enrojecimiento de la piel. Estos episodios ocurren de manera súbita, principalmente en la noche, y pueden interrumpir el sueño. Los sofocos pueden durar desde 30 segundos hasta varios minutos.
- Sensibilidad e irritabilidad: previo a entrar en esta etapa, se pueden presentar episodios de tristeza, sensibilidad, depresión, llanto fácil, angustia, dificultad para concentrarse y baja autoestima.
- Resequedad vaginal: ante la disminución de los niveles de estrógenos, el tejido vaginal se encoge y se adelgaza, por consiguiente, ocurre lo que se denomina atrofia vaginal. El PH se eleva y también incrementa la vulnerabilidad para adquirir infecciones vaginales y urinarias.
- Incontinencia urinaria: el tracto urinario se afecta, por lo que las mujeres pueden presentar dificultad para controlar la vejiga y aumentos en la frecuencia urinaria.
- Descalcificación: la disminución de los niveles hormonales contribuye a la pérdida ósea. De esta manera, los huesos se vuelven frágiles y las mujeres se vuelven más susceptibles de desarrollar osteoporosis.
- Disminución de la actividad sexual: es muy probable que se presente una disminución del deseo sexual y que, en general, la vida en pareja es más difícil de llevar. El sexo se vuelve más difícil por la resequedad vaginal.