El 18 de mayo el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, lanzó un ultimátum sobre el polémico proyecto del acueducto alterno de Ibagué. (Ver Por falta de gestión de la Alcaldía, recursos del acueducto alterno se irían para la Guajira dice MinVivienda)
Ante el país, en la prestigiosa emisora W Radio, Henao dijo que si el IBAL no entregaba los diseños y los documentos exigidos para la contratación de las obras antes del 20 de junio, los recursos asignados para Ibagué se reinvertirían en La Guajira.
Este plazo lo fijó el ministro porque el Gobierno está esperando que Ibagué, desde hace tres años, cumpla con sus compromisos y se puedan ejecutar los cerca de $65 mil millones destinados a la construcción del acueducto complementario en el sector de Coello Cocora.
Pero al parecer, el anuncio fue solo un titular de prensa. Diez días después de la fecha definida por el ministro Luis Felipe Henao, no hay ningún pronunciamiento.
Nadie sabe si el IBAL logró retener la inversión asignada por el Gobierno Nacional. El Ministerio de Vivienda guarda silencio y el gerente del IBAL, Carlos José Corral, dijo que es necesario esperar qué respuesta entrega el ministro Luis Felipe Henao o la viceministra María Carolina Castillo.
Mientras tanto, concejales como Camilo Delgado y Pedro Mora señalan que es muy misterioso el comportamiento tanto del Gobierno Nacional como del IBAL.
“Cómo es posible que hacen semejante anuncio, dejan a todo el mundo expectante y ahora dejan a la población así: sin respuesta”, aseguró el concejal Pedro Mora, del partido de La U.
Escuche lo que dijo el ministro Henao en La W
El lío con Acualterno sería el punto álgido
El silencio del Gobierno y el IBAL tendría un origen: el lío con Acualterno. Tal parece que ese punto sigue sin resolver y el Ministerio de Vivienda exigió la liquidación de ese contrato, que suscribió el IBAL un mes antes de terminar la administración del exalcalde Jesús María Botero.
Se lo adjudicaron al consorcio Acualterno, el 8 de noviembre de 2011, tenía un plazo de ejecución de 18 meses y costaba $6 mil 296 millones. Pero después, el contratista consideró que el proyecto valía $18 mil 289 millones, todo gracias a unos asteriscos que quedaron en el contrato y que permitían modificar los precios de algunas obras.
Luis H. Rodríguez heredó esa papa caliente de su amigo y socio político Botero, pero habría optado por guardar la espalda de su mentor. Desde el inicio de la administración sus asesores le recomendaron que demandara ese contrato, presuntamente irregular, pero no lo hizo. Esperó tres años y seis meses para iniciar el proceso de liquidación. (Ver Luis H. reconoce que contrato de "Chucho" Botero frenó Acueducto Alterno)
Esta semana continúan las reuniones del gerente del IBAL, Carlos José Corral, en el ministerio de Vivienda y se definirá qué pasará con el contrato de Acualterno.
Lo que sí es seguro es que se avecina una millonaria demanda para la empresa de acueducto y los responsables de ese peligroso contrato siguen sin responder, ni en la Procuraduría General de la Nación ni la Contraloría General de la República.