El Congreso de la República aprobó en cuarto debate el proyecto de ley que regula el manejo que los establecimientos comerciales le dan a las propinas. La iniciativa solo queda pendiente de la sanción presidencial.
La ley establece que el 100% del dinero recaudado en los locales comerciales como propina vaya directamente al bolsillo de los meseros, sin que la empresa o propietario del local, pueda apropiarse de ningúna suma de las retribuciones voluntarias por el servicio.
Efraín Torres, ponente del proyecto, asegura que “esto se traduciría en un promedio de $150.000 adicionales al salario de todos los empleados dedicados al servicio en establecimientos dedicados al consumo de alimentos, bebidas o cualquier otro pago voluntario que realice el cliente”.
Luego de la sanción presidencial, la ley de propinas establecerá sanciones a los dueños de los establecimientos comerciales en dos casos específicos.
El primer caso se presenta cuando los establecimientos impongan la propina dentro de las facturas y apliquen la obligatoriedad al consumidor, en este caso, la sanción podría ser una multa superior a los $1.300 millones.
Por otra parte, si de alguna manera los propietarios o empresas realizan algún tipo de apropiación del dinero de sus empleados, el Ministerio de Trabajo podría sancionarlos con una multa superior a $3.400 millones.
Este proyecto busca mejorar las condiciones de los trabajadores de servicio en el país y mejorar la calidad de vida de los mismos. Es por eso que los mismos empleados serán los encargados de dividir las propinas –por servicio prestado individual o una bolsa dividida en partes iguales para todos- sin que de ninguna manera los jefes puedan interferir en la toma de esa decisión.