Extorsionador: Aló, buenos días
Víctima: Buenos días
Extorsionador: ¿Con quién hablo?
Víctima: Con Luz Marina
Extorsionador: Doña Luz Marina, tenga le paso a su sobrino un momentico.
Supuesto sobrino: Tía, tía, por favor ayúdeme que me tienen detenido.
Víctima: ¡Mauro! ¿Qué le pasó?
Extorsionador: ¿Qué más señora?
Víctima: ¿Usted me tiene detenido a mi sobrino?
Extorsionador: Estamos haciendo un puesto de control de Policía de Carreteras, habla con el uniformado Diego Pérez y un registro que le hicimos a un vehículo y su sobrino venía con un encargo.
Víctima: Ay, ¿cómo así?, ¿qué debo hacer?
Extorsionador: Entonces mi señora, diga si está dispuesta a colaborar con nosotros. Necesitamos $5.000.000 millones, de lo contrario toca dejar detenido a su sobrino.
Esta es una de las modalidades de extorsión que más están usando los delincuentes para sacarle dinero a las personas. Las autoridades la han bautizado como la estafa del sobrino-sobrina o del tío-tía.
Los delincuentes, para envolver a sus víctimas, llaman a un número de celular cualquiera y engañan a quien conteste diciéndole que es su sobrino, que se encuentra en problemas y necesita dinero, el cual debe ser consignado de forma urgente.
Además del ejemplo expuesto anteriormente, los delincuentes también utilizan otras estrategias como decir que arrollaron un niño y que necesitan dinero para cubrir los gastos médicos o la Policía lo mete a la cárcel.
Lo más preocupante, explicó el departamento de la Policía del Tolima, es que los delincuentes, en su mayoría, actúan desde las cárceles. Llaman simulando que están llorando y le generan una tensión psicológica a la persona y la angustian. En la mayoría de los casos los extorsionistas no tienen ningún tipo de información preliminar, sino que van enredando a las personas para que sean ellas mismas quienes revelen los detalles.
La Policía Departamental también aseguró que muchas de las personas que son víctimas de este tipo de llamadas no denuncian, ya que creen que como los delincuentes están en la cárcel no pasará nada.
“Denuncien, porque así la persona esté en la cárcel, se le puede alargar la condena”, puntualizó la institución.
«Yo no pago, yo denuncio»
La Policía Nacional trabaja con esta estrategia “con la que pretende sensibilizar a la ciudadanía para que no caiga en este tipo de engaños”. Para ello les entregan esta serie de recomendaciones para que no sean víctimas de este tipo de extorsiones:
- Mantenga la calma
- Recuerde que en las llamadas carcelarias predomina el lenguaje grotesco; los ilegales se identifican como miembros de organizaciones criminales o piden dinero para que algún familiar o conocido no sea judicializado.
- No suministre información personal, proteja sus datos, especialmente los publicados en redes sociales.
- Evada las preguntas y responda tajantemente.
- Informe inmediatamente a los Gaula Militares o Gaula Policía
- No pague
Finalmente, la institución recuerda que, ante cualquier situación sospechosa, puede comunicarse a la Línea Nacional 147 -165.