Marcela Meñaca, exdirectiva de la Asociación para el Desarrollo del Tolima (ADT), gerente de concesionario Sida S.A. e integrante de una de las familias que más han aportado al crecimiento de la región aceptó una entrevista con ELOLFATO.COM para hablar de la ciudad, de las relaciones entre la empresa privada y los gobiernos locales, y del estancamiento que está teniendo Ibagué frente a otras capitales como Neiva.
Sin tapujos, directa y preocupada, la señora Meñaca cree que llegó el momento de actuar de manera unida y decidida por el bienestar de las futuras generaciones.
Cree que hay que definir alternativas de financiación de grandes proyectos porque los presupuestos oficiales son “ridículos frente a las necesidades de la ciudad”.
Sugiere pensar en mecanismos como la valorización y/o concesiones con peajes urbanos, como los que ha autorizado el Gobierno Nacional, y que funcionan perfectamente en ciudades como Santiago, en Chile.
Además, Meñaca llama la atención sobre la importancia de trazar planes estratégicos a largo plazo como lo ha hecho Antioquia y Medellín, donde hay continuidad en las políticas públicas sin importar el partido político o el apellido de los mandatarios.
También considera fundamental que el sector privado dé buen ejemplo y se una al desarrollo de la región con instituciones fuertes, alejadas de los cuestionamientos y las polémicas, como ha ocurrido en la Cámara de Comercio de Ibagué “donde tenemos un Presidente Ejecutivo cada cuatro meses”.
Dicen que Ibagué se quedó atrás, frente a otras ciudades como la misma Neiva… Incluso, los políticos de allá tienen más poder nacional… ¿Usted qué piensa?
“Hemos perdido participación a nivel nacional y pienso que ellos, por supuesto por su actividad tendrán disputas unos con otros, pero a la hora de pedir las cosas tienen que unirse como sí ocurre en el Huila. Por eso el Huila en este momento se está pasando al Tolima. Tienen mejor muchas cosas, comercialmente el Huila es mucho más grande. Tienen sedes de empresas que estaban en Ibagué y se las llevaron para allá”.
Hay quienes piensan que la ciudad está creciendo a un ritmo muy importante desde lo privado y que lo público se queda un poco… ¿Usted comparte esa apreciación?
“Yo lo que creo es que mientras no haya una alianza estratégica fuerte entre el sector público y el privado, no se va a poder hacer mucho (…) Mientras el Estado no tenga unas prioridades similares no va a haber un encuentro para que se pueda lograr lo que catapultaría la región hacia lo que queremos, como lo ha hecho Antioquia como en su momento lo hizo el Valle, que hay una unión casi que perfecta. Mientras las agendas de los dos sectores no sean las mismas, no lo vamos a lograr”.
¿Qué le preocupa de Ibagué en este momento?
Yo pienso que tal vez el tema de la desorganización interna. Las vías en Ibagué, todos sabemos que son escasas y las pocas que hay están en muy mal estado. Pienso que eso, de alguna manera, nos afecta en todos los sectores y a todos los sentidos donde nosotros le queremos apuntar al desarrollo. Frente al turismo, frente al crecimiento de movilidad. Somos el centro del país y queremos serlo pero no tenemos las vías suficientes (…)