El tradicional Restaurante Boquerón cerró sus puertas en Ibagué

Luego de más de 50 años de estar funcionando, el tradicional Restaurante Boquerón, ubicado en el sur de Ibagué, cerró sus puertas. 

Así lo confirmaron familiares de doña Mery, la mujer que dio apertura a este establecimiento que a lo largo de los años se hizo famoso por los deliciosos tamales y lechona. 

De acuerdo con ellos, el cierre de este restaurante, uno de los más representativos de la capital tolimense, se efectuó hace aproximadamente un mes. Ahora, en este local funciona una panadería Pastelos.

Sin embargo, indicaron que quienes estén interesados en comprar los tamales y la lechona de doña Mery, pueden hacerlo en la mencionada panadería. 

«La lechona entera sigue vendiéndose, pero ya por contrato. Las personas llaman e indican de qué cantidad de platos la necesitan y se les vende», contaron los familiares.

Asimismo, dijo que doña Mery contempla la posibilidad de abrir un nuevo punto del restaurante Boquerón en una zona céntrica de la ciudad. Sin embargo, aún no está confirmado. 

«Ese es el proyecto pero aún no se ha definido nada. Eso es lo que se quiere pero se está mirando qué se hace», agregaron.

En este sentido, los comensales que quieran degustar los tamales o lechona, pueden comunicarse a los números 316 5280519 – 316 5280512 para hacer sus pedidos. 

¿Cómo nació el Restaurante Boquerón?

Doña Mery nació en medio del calor de Girardot, Cundinamarca, el 30 de Octubre de 1938, y creció en Flandes con sus padres y sus seis hermanos. Gracias a su madre, María Diva, y a su abuela, Eudosia, aprendió a cocinar y a elaborar las comidas típicas tolimenses.

Allí se conoció a sus 15 años con Alirio Caicedo, quien llegó a Flandes por un traslado laboral, y se empeñó en conquistarla desde el primer momento. (Ver: Mery Caicedo, una vida dedicada a la gastronomía del Tolima)

“Él me contaba que el día que me vio fue un flechazo, y yo ni siquiera lo vi”, cuenta doña Mery, quien se casó a los 17 años y mantuvo un matrimonio de más de cincuenta y del cual nacieron cuatro hijos.

Con un capital de 3.800 pesos, doña Mery y su esposo abrieron una tienda en el barrio Boquerón, lugar que sería su casa desde 1958. Fueron creciendo gracias a su dedicación al trabajo y a los créditos que adquirían para materializar su visión comercial.

Con tamales y lechona, dieron apertura al Restaurante Boquerón, recetas que modificaron para imprimir un sello particular a los platos tradicionales de la región: “Hay gente que pregunta, pero uno tiene sus recetas. Son secretos de familia”, relata la mujer.

La clientela crecía y los personajes ilustres de la época desfilaban por sus mesas. Desde Belisario Betancour y Virgilio Barco, hasta Alberto Santofimio Botero y Álvaro Gómez, se dieron el gusto de probar el resultado del ingenio del matrimonio Caicedo Eslava.

Por: REDACCIÓN IBAGUÉ

Foto: EL OLFATO

Fecha: viernes - 28 diciembre - 2018