Publicidad
El apretado triunfo del No en el plebiscito dejó sin palabras a los promotores del Sí en el Tolima. Y el silencio más notorio ha sido el del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo y el del gobernador del Tolima, Óscar Barreto. Ambos asumieron el compromiso de buscar los votos necesarios para refrendar el acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc en las urnas, pero no lo consiguieron.
Ni Barreto pudo convencer a los los habitantes de los municipios donde ganó ampliamente en las pasadas elecciones de octubre, ni Jaramillo logró influir en la decisión de los electores de la capital tolimense. (Ver: “Aquí nadie vino a presionarme, mi decisión por el Sí es voluntaria”: Gobernador Barreto)
El No ganó en 38 de 47 municipios del Tolima con 243.150 votos, frente a 164.061 que obtuvo el Sí. Por ejemplo, en tres municipios barretistas como Planadas, Ataco y Villarrica, donde el gobernador logró 13.141 votos en las elecciones regionales del año pasado, esta vez solo alcanzó 5.117 sufragios en favor del Sí.
Otra lectura que hacen en Ibagué es que los votos del sur y del oriente del Tolima, donde han tenido fuerte presencia las Farc, no son del gobernador Óscar Barreto, sino del expresidente Álvaro Uribe, quien siempre obtiene buenos resultados en las elecciones presidenciales, parlamentarias y regionales. (Ver: Colombia le dijo No al acuerdo de paz con las Farc)
Publicidad
En Ibagué, el No también consiguió una alta diferencia, pese a que toda la Unidad Nacional y el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo estaban con el Sí. Por el No votaron 108.879 personas y por el Sí 70.780.
En las elecciones para la Alcaldía de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo obtuvo 63.575; Cambio Radical, con Jhon Esper Toledo, 31.584; y el partido Liberal, con Rubén Darío Rodríguez, 26.365. Solo estas tres fuerzas sumaron 121.524 votos, una cifra que habría cambiado el panorama del Sí en la capital del Tolima y tal vez en el país. (Ver: En el Tolima ganó el No, y por amplia diferencia)
Estos números dejaron mal parados a los dos mandatarios ante el Gobierno Nacional y existe toda una incertidumbre sobre si el presidente Santos -con su chequera apretada- pueda pasarle la cuenta de cobro a Ibagué y el Tolima por el bajo respaldo en el histórico plebiscito del 2 de octubre.
