“El día que llegué a Toche, había tanquetas del Ejército de lado a lado, era un pueblo en blanco y negro”, cuenta Johana Torres, una paisa que se radicó en este corregimiento hace 15 años.
Recuerda que salió de su natal Medellín con sus tres hijos en brazos huyéndole al paramilitarismo y terminó viviendo en un territorio dominado por la guerrilla, cuya accesibilidad en la época era imposible para muchos, pero cuyas condiciones de vida prometían.
Ella ha sido testigo de cómo Toche, un corregimiento conformado por cuatro veredas y un centro poblado, con aproximadamente 400 habitantes viene renaciendo, floreciendo en medio de esas verdes montañas que lo custodian, tras permanecer años olvidado por los gobiernos locales.
“La guerrilla se va y las cosas parecen cambiar, en los últimos cinco años el pueblo se empieza a ver diferente y ya con esta administración se empieza a ver color, luz, en este pueblo”, explica. Y es que, según Johana, durante los años que ha vivido allí, el primer gobernante local que se acordó de que allá a lo lejos, a casi dos horas de distancia por camino de trocha, existía una población a la que le correspondía ayudar, fue Guillermo Alfonso Jaramillo.
Así lo confirma el presidente de la Junta de Acción Comunal Nolberto Montañez, quien llegó a Toche motivado por todo lo que hay para hacer allí en pro de sacar el corregimiento adelante, como él mismo lo dice: “para organizar”.
“Nosotros, la familia, vinimos a iniciar unos proyectos en este caserío y hemos visto el potencial turístico de esta región y queremos darle las gracias a nuestro Alcalde por haber sido tan generoso con nuestro corregimiento porque en anteriores estaba en un abandono total, ahorita nuestro Alcalde nos ha dado un cambio extremo, como se dice”, precisa Montañez.
Además, resalta que ese cambio ha sido posible gracias a la fe que poco a poco se va arraigando en la gente, que antes se caracterizaba por ser desconfiada e individualista producto de aquellos años de violencia. Ahora empiezan a ver que es posible construir y se van dejando contagiar.
Gracias a ello, la esperanza en Toche se puede apreciar como algo real, pues está en la sonrisa de los niños que juegan hoy en un parque infantil que está ubicado donde antes no había nada, en los colores que embellecen el corregimiento y hasta en esos espacios que están en capacidad de ofrecer un desayuno o un delicioso almuerzo y hasta de albergar a los visitantes. Porque, aunque parezca para muchos increíble, años atrás en Toche era imposible comprar un café para reponerse del frío.“Este era un pueblo fantasmal, que hoy ya tiene color y sobre todo credibilidad en la comunidad, quienes no creían ni en ellos mismos. La gente se va animando porque acá no había ni dónde tomarse un tinto, ya ahora hay un hostal, las fincas se están arreglando para ofrecer hospedaje, alimentación, y encontramos guías locales”, manifiesta Johana.
Esa credibilidad es la que hoy empieza a posicionar a Toche como un destino turístico, por ahora de paso para aquellos viajeros y caminantes que llegan de Salento y que se dirigen a conocer el volcán Cerro Machín, y que ya cuentan con varios lugares en donde comprarse ese tintico mientras se dejan seducir por los atractivos turísticos.
Su riqueza natural
Entre Toche y Cajamarca está ubicado el bosque de Palma de Cera viva más grande del mundo. A tan solo 30 minutos de distancia del caserío en vehículo, los visitantes pueden apreciar aglomeraciones de por lo menos 1.000 palmas que se imponen en el paisaje con su figura espigada y con esos penachos de hojas que parecen acariciar el cielo.
Entre el corregimiento y este municipio tolimense hay registrados 600.000 individuos y un número incalculable de palmas bebés que esperan sobrevivir los casi 50 años que requieren para alcanzar su máximo nivel de crecimiento.
Quienes quieran tener mayor contacto con el árbol nacional o Ceroxylon quindiuense pueden adentrarse aún más en la montaña con la ayuda de un guía. En este caso fue Johana, quien desde hace tres años viene calificándose como tal para poder brindar un acompañamiento profesional a los turistas.Además de este atractivo, Toche tiene, como lo describe esta guía local, otros atractivos naturales como cascadas, túneles antiguos, aguas termales, y es la conexión hacia el volcán Cerro Machín. También, hay varias rutas de avistamiento de aves para disfrutar de algunos ejemplares que inclusive hasta ahora son desconocidos para el mundo.
“Tenemos tres tipos de tucanes, como el siete colores y el esmeralda; unas cinco especies de loros, está el orejiamarillo, el cadillero, de montaña, la cotorra azul y se pueden observar águilas. Yo no sabría ni decirle cuántas aves hay aquí porque hay algunas que uno ni siquiera encuentra en la guía, hay mucho que ver aquí”, enumera.
Cultura ancestral
Además de la riqueza natural que rodea a este corregimiento, la tradición cultural y ancestral es envolvente y absolutamente fascinante. Las casas hechas en madera o bahareque cobijadas por techos de zinc hacen honor a la arquitectura colonial de montaña.
Al centro poblado lo rodean aquellos caminos que construyeron los indígenas y que recorrieron una y otra vez Simón Bolívar, El Libertador; José Celestino Mutis, Alexander vom Humboldt, entre otros personajes de la historia nacional.
Entre esos caminos, hay uno que conduce al cementerio indígena y un poco más arriba, al cementerio local, en donde hay tumbas de hasta 100 años de antigüedad. Curiosamente, la entrada a este santuario está custodiada por varios pinos adultos que por el proceso natural de esparcimiento de semillas son la casa de otras especies de flora.Mientras se hace este recorrido, la guía va narrando cómo Toche se ha reubicado ya tres veces a causa del desbordamiento del río que lleva este mismo nombre.
“El río se lo va llevando y ya van tres veces en las que Toche se ha trasladado. Su mayor colonización es en el punto tres en donde está ahora, el nuevo Toche que tiene 178 años (…) Esto es lo que hemos recopilado en la historia con los mayores que aún todavía quedan algunos de esos colonizadores que precisamente entraron por ese Camino Nacional en el que estamos ubicados”, explica.
Arraigo campesino
Toche es reconocido como la despensa agrícola de Ibagué, allí la tierra es fértil y en este momento, gracias a los proyectos productivos que ha llevado la Alcaldía, crece en esas bellas montañas fríjol, alverja, tomate de árbol y arracacha, un producto básico en la canasta familiar de los colombianos.
El objetivo es que quienes visiten Toche también puedan vivir una experiencia campesina, para dejar a un lado ese estigma de pobreza o rechazo que se tiene a quienes labran la tierra para llevar a la mesa las verduras, tubérculos, hortalizas que a diario consumen los colombianos, para que recuerden que sin campo no existiría jamás la ciudad.
“Queremos empezar a resaltar esa cultura que de alguna manera siempre ha sido olvidada, que está en vía de extinción como es la campesina. En este momento creo que el turismo es la oportunidad para resaltarlos sin necesidad de que dejen de ser lo que son, que empiecen a mostrarse, darse ese interés e importancia que se merecen”, acota Johana.
En ese plan de sentirse orgullosos de lo que son, está don Nolberto Montañez, quien, además de ser el presidente de la junta, con su esposa administra el hotel del pueblo y se describe como un campesino al 100 %.Cuenta que, con la ayuda del alcalde Jaramillo y el Sena, están siendo capacitados para mejorar su cadena de producción y están a la espera de iniciar un proyecto de piscicultura.
“Tenemos asesorías del Sena gracias al Alcalde que nos ha enviado estas personas, capacitaciones y en este momento vamos a organizar lo del acueducto para ver si podemos tener agua potable, vinieron los de Alcanos para ver la posibilidad de tener gas natural. Tenemos infinidades de proyectos, ojalá Dios nos permita sacarlos adelante, tenemos un proyecto de piscicultura, tenemos los estanques y estamos esperando la concesión de aguas, tenemos proyectos de arracacha, maíz, fríjol, alverja, tomate de árbol”, detalla.
Por otro lado, agradece que en este momento se esté construyendo la escuelita del pueblo porque, como campesino, considera que los niños y jóvenes ya no deben salir del campo para educarse, debe ser la educación la que llegue a ellos con un enfoque rural que les dé herramientas para quedarse y ayudar a mejorar cada vez más la tierra.
“No somos de las personas que estamos de acuerdo con que nuestros hijos se vayan a Cajamarca o Ibagué a educarse, por eso agradecemos que nos están dotando la escuelita con una biblioteca, computadores, tenemos la línea de wifi, porque yo no soy partidario de que nuestros hijos se vayan a otra parte. Debemos, ojalá, tener nuestra universidad acá para que todos se capaciten y aprendan a querer lo nuestro, tener sentido de pertenencia”, puntualiza.
Toche: punto estratégico y de conexión
Aunque los tochunos están motivados y dejando más que el alma en este proyecto de transformación, consideran que hoy es un poco incipiente el tema turístico y por supuesto, son conscientes de que necesitan un poco más para poder posicionarse como eje turístico.
Al respecto, el secretario de Desarrollo Rural de Ibagué, César Picón, explica que el objetivo es sacar adelante una alianza entre la capital tolimense y la Alcaldía de Cajamarca para pavimentar la vía de acceso por este municipio, ya que la ruta Ibagué – Tapias – Toche es más larga y dispendiosa.
Una vez se logre pavimentar por lo menos los tramos más complejos de esta vía rural, la meta es iniciar una campaña de promoción para que aquellos turistas que viajan al Eje Cafetero atravesando la línea, se desvíen y conozcan Toche, sus bosques de Palma de Cera, el volcán, los termales y de esta manera desarrollar el turismo en el corregimiento.
“Junto con la Alcaldía de Cajamarca y la Universidad del Tolima se está adelantando un proyecto para identificar el valor de obras de pavimentación de la vía. Estamos viendo si se hará toda o los tramos más importantes, pero creo que para el año entrante se hará una importante inversión para poder conectar al Tolima con Quindío sin atravesar la línea. Queremos ofrecerle a la gente condiciones para llegar porque con esa proximidad y una buena vía, la gente se le va a medir a llegar a Toche por Cajamarca, en vez de ir hasta Salento”, precisa Picón.Esto, ya que Toche es la conexión entre el Tolima y el Quindío, y del vecino municipio de Salento llegan varios turistas. Algunos inclusive, creen que Toche y sus bosques de palma son parte del departamento cafetero.
Pero, como reitera el Secretario, con esta inversión será posible dar a conocer el corregimiento como una joya turística de Ibagué.
“Con una buena vía vamos a poder promocionar una ruta para que la gente llegue por Toche. Mientras esto pasa, ya tenemos demarcaciones dando la bienvenida al corregimiento y a Ibagué para que los turistas identifiquen que están en Tolima y no en Quindío”, enfatiza.
¿Cómo llegar a Toche?
Como lo explicó el secretario Cesar Picón, una de las alternativas es viajar hasta Cajamarca y de allí a Toche. Desde ese punto hay aproximadamente 45 minutos de camino y el precio del pasaje oscila entre los $12.000 y $15.000.
También es posible llegar desde Ibagué por el corredor Tapias – Toche, son dos horas y media por un camino bastante complejo.
¿Valor del hospedaje?
En el hotel de don Nolberto, por ejemplo, la noche por persona vale $20.000, allí mismo se vende el desayuno, el almuerzo y la cena. En otros hostales y fincas el valor del hospedaje es igual o similar.
¿Qué comer en Toche?
Allí la gastronomía es amplia. En la tienda de doña Sofía Estrada se consiguen también desayunos por $6.000 y almuerzos por $8.000.De igual manera ofrece productos de despensa para los caminantes y amantes del camping, vende meriendas y todo tipo de alimentos.Ella, junto con su hermana, son nuevas en Toche, compraron la antigua cantina del pueblo y allí montaron este restaurante llamado El Mirador.
“Yo de ver que llegaba tanta gente, que no tenían en donde tomarse un tinto, resolví abrir acá y vendemos tintos, desayunos, almuerzos, onces, hacemos refrigerios y lo que necesiten, me llaman con tiempo y yo lo puedo hacer”, indica.
Además, en la zona hay ya varios puntos dónde encontrar alimentación, es famosa la trucha y el ovejo asado, platos más elaborados pueden tener un valor superior a los $10.000.
Guía turística
Quienes deseen contactar a Johana Torres para que guíe su recorrido por Toche y sus alrededores, pueden contactarla al número celular 350 517 32 83. Dependiendo de la ruta que los turistas quieran seguir, este acompañamiento tiene un valor por día de entre $80.000 y $100.000, sea para una persona o un grupo de hasta 15 personas.