El rector quiere ser reelegido sin hablar de la crisis financiera de la Universidad del Tolima

El 16 de octubre la Universidad del Tolima elegirá nuevo rector. Dos candidatos se disputan el cargo: José Herman Muñoz, el actual rector, y Germán Rubio, profesor de la facultad de ciencias económicas y administrativas. Sus nombres no representan ningún cambio sustancial en el futuro de la institución. Ambos vienen de la polémica administración de Jesús Ramón Rivera, el cuestionado exrector que salió procesado por la Fiscalía, pero absuelto por la Procuraduría General de la Nación.

Muñoz fue vicerrector académico y vicerrector de desarrollo humano, y Rubio fue director del Instituto de Educación a Distancia de la administración de Jesús Ramón Triana, quien estuvo cerca de 10 años al frente a la UT.

Por eso la elección prácticamente no tiene ningún atractivo y las posibilidades de un cambio sustancial en el alma mater son casi un imposibles.

Detrás del velo de las elecciones se esconde un oscuro panorama financiero provocado por “un descalabro administrativo”, aseguran fuentes de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU).

La Universidad del Tolima le debe a todo el mundo, y lo más grave es que los pagos están casi que suspendidos. El déficit presupuestal es un misterio. Nadie se atreve a revelar los millonarios contratos de prestación de servicios y el rector José Herman Muñoz no da la cara.

ELOLFATO.COM buscó una entrevista con el funcionario pero se negó en repetidas oportunidades. Después de tanto insistir delegó al señor Henry Rengifo, vicerrector Administrativo, quien accedió a contestar las preguntas sólo si se enviaban por escrito, impidiendo la posibilidad de contra preguntar, como efectivamente ocurrió.

Rengifo entregó unas declaraciones ligeras, sin la profundidad que amerita un tema tan importante como las finanzas de la universidad pública más importante del Tolima, en la que estudian cerca de 24 mil personas -6.000 en programas presenciales y 18.000 a distancia-.

Dijo que las dificultades financieras no son exclusivas de la Universidad del Tolima y que todas las instituciones de educación superior del país están atravesando momentos difíciles. Además, calificó como simples “impases” la falta de pago a los catedráticos y reconoció que los proveedores deben soportar los “retrasos” por la falta de recursos.

Sobre el polémico punto de los contratos de prestación de servicio, el directivo ‘capoteó’ la pregunta respondiendo que la UT viene creciendo, tiene más programas y convenios, y que por eso deben contratar más personal, pero ocultó el número de Órdenes de Prestación de Servicios (OPS).

Ante esa respuesta surge otra pregunta. Si es cierto que la Universidad del Tolima tiene más programas y convenios, y deben tener más contratistas, entonces: ¿por qué está tan mal económicamente?

Finalmente, y cuando se les preguntó por los o el responsable de la crisis financiera de la institución, Rengifo afirmó que para él era “muy difícil señalar responsables” y que es preferible no buscarlos, sino buscar que “el sistema educativo salga a flote”.

La excusa de los amigos del rector Muñoz

Los contratistas del rector José Herman Muñoz, algunos de ellos con ingresos mensuales de 4 millones 500 mil pesos, defienden su gestión y acusan a los “enemigos de la administración” de demorar los pagos y así sabotear su proceso de reelección.  

Si esto es cierto, se convierte en una prueba en su contra. Los sindicatos han asegurado que Muñoz tiene enormes debilidades administrativas, que usa la contratación pública para apaciguar y que ha logrado manejar bien los hilos de la política para asegurar su reelección.

Para Fernando Misas Arango, representante de los ex rectores ante el Consejo Superior de la UT y opositor de la administración, resulta preocupante que en 20 años, sea la primera vez que se presenta un panorama económico tan difícil, y “eso debe ser analizado por los órganos de control”.

 Alex Martínez Rivillas, vocero de ASPU (Asociación Sindical de Profesores de la Universidad del Tolima), le dijo a ELOLFATO.COM que esta situación se había advertido ya que “los gastos burocráticos y la nómina administrativa ha excedido los límites”.

Ocultamiento sistemático

ASPU también ha exigido respuestas por parte de Herman Muñoz, a quien le han radicado más de 10 derechos de petición solicitando los gastos de nómina por cada funcionario y la ejecución presupuestal con soportes, pero estas han sido negadas sistemáticamente.
 
Hay que decir que cuando este medio se disponía a publicar el presente artículo, el rector trató hablar con el director, Luis Eduardo González, seguramente para dar la cara después de dos meses, pero él no se encontraba en la ciudad.

Nuevas denuncias ante los entes de control

El abogado Eduardo Oviedo radicó una nueva denuncia ante la Procuraduría General de la República, la Contraloría y el Viceministerio de Educación Superior, en contra del Rector por supuestas irregularidades de naturaleza laboral, a través de la modificación de perfiles para nombrar a personas que no podían ocupar cargos de dirección, y por el pago de pagado salarios, prestaciones y viáticos de manera indebida.

También, de naturaleza contractual, relacionadas con algunas obras como la Facultad de Ciencias Humanas y Artes, la Clínica Veterinaria, la Subestación Eléctrica, y la compra de computadores. Y académicas, por el supuesto nombramiento irregular de profesores en la planta, constituyendo un acto violatorio del Estatuto Profesoral.

*Si tiene información reservada de los manejos internos de la Universidad del Tolima puede escribirnos a [email protected]

Por: SRM

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Fecha: sábado - 3 octubre - 2015