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Aunque parece una práctica inofensiva, frotarse los ojos podría traer graves problemas oculares. Los más comunes pueden ser las infecciones, aunque también se podrían presentar heridas en la córnea debido a la presión u ocasionar una inflamación del párpado, también conocido como blefaritis.
Según Germán Kairuz, optómetra de la ciudad de Ibagué, presionar los ojos con los dedos, los nudillos o las palmas de las manos comprime la córnea y puede ocasionar ciertas lesiones. Además, durante el proceso, miles de bacterias entran en contacto directo con los ojos lo que puede derivar en una infección ocular.
De igual forma, el paciente puede presentar una condición denominada blefaritis, la cual consiste en una inflamación de los párpados que termina ocasionando problemas con las pestañas, así como irritación, ardor y enrojecimiento.
“En caso de que se presente comezón en los ojos, y se noten irritados o rojos, se debe acudir donde un especialista, quien es el que determina cuál es el tratamiento adecuado para tratar esta molestia”, asegura Kairuz.
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No obstante, el optómetra manifiesta que algunas veces esto se soluciona aplicando algún tipo de lubricante ocular como las lágrimas artificiales. En este sentido, es importante recordar que debe ser un especialista quien realice la valoración respectiva y recete una fórmula de acuerdo a las necesidades del paciente.
Asimismo, se debe tener en cuenta que frotarse los ojos también puede provocar que los vasos sanguíneos del ojo se revienten, otro motivo más por el cual se puede generar una incómoda irritación.
Por supuesto, el doctor Kairuz recomienda que, en caso de sentir la necesidad de rascarse los ojos, se debe hacer con cuidado y sin generar una presión innecesaria y dañina para este órgano.
