Por ahora, la conformación del equipo directivo de la nueva administración le da la razón a los críticos de Mejía, pero hay más. Todo parece indicar que la línea barretista encuentra acomodo entre las cuotas burocráticas del liberalismo, protegidas por el exrector en propiedad, José Herman Muñoz Ñungo, quien ha dicho que se quedará en la UT.
Según algunos integrantes de la comunidad, quienes han solicitado la reserva de su identidad, se estaría cocinando un pacto entre la nueva y la vieja administración, consistente en el mantenimiento de algunos mandos medios, y el sostenimiento de dos oficinas creadas por Muñoz: la Dirección de Proyección Social y la Unidad de Gestión Ambiental.
Los exrectores Héctor Villarraga y Fernando Misas, representes ante el Consejo Superior y quienes se encargaron de promover con bastante fuerza el nombre de Omar Mejía, también estarían dentro de este acuerdo.
Según estas fuentes, los nuevos nombramientos y los movimientos en la planta administrativa dejarían ver la alianza que se estaría cocinando.
El nuevo Vicerrector Académico, el abogado Oscar Iván Cortés, es de las entrañas de Barreto y se rumora que sería el as bajo la manga para la rectoría en propiedad.
De entera confianza del Gobernador también es la nueva Secretaria General, Nidia Yurany Prieto Arango, quien reemplaza a la cuota política de otro sector hegemónico del conservatismo en el Tolima, la abogada Gaby Andrea Gómez.
Por su parte, el nuevo Vicerrector de Desarrollo Humano, Carlos Alberto Ramos Parraccí, quien hizo parte de la nómina de la UT durante el rectorado de Jesús Ramón Rivera Bulla, regresaría como cuota del Senador conservador Hernán Andrade.
La abogada Ethel Margarita Carvajal, quien sería la cuota del Centro Democrático en la institución, pasa a la Oficina de Control de Gestión. Carvajal desempeñó varios cargos durante la administración Muñoz Ñungo, como asesora jurídica del Idead y como coordinadora de Centros Regionales.
Otra de las protegidas del exrector, Gloria Yolanda Ospina Pacheco, fue nombrada como la nueva Jefe de la División de Relaciones Laborales y Prestacionales. Por su parte, el ingeniero Jorge Mario Vera, del equipo más cercano de Muñoz, se mantiene en el cargo como director de la Unidad de Gestión Ambiental.
Pero la “joya de la corona” es el nombramiento de Henry Rengifo como nuevo director de Proyección Social, quien después de su pésima gestión como Vicerrector Administrativo, a juzgar por la gravísima crisis financiera por la que atraviesa el alma mater, resultó “premiado” con un cargo de dirección.
Por último, se afirma que el administrador de empresas Eduardo Fandiño, cuota del Senador conservador Samy Merheg durante la era Muñoz Ñungo y quien se desempeñó como “asesor de comunicaciones”, regresa como asesor de la Vicerrectoría Administrativa.
Dentro del acuerdo también entrarían los nombramientos realizados por Muñoz semanas antes de dejar el cargo, entre los que se encuentran el compañero sentimental de una de las líderes del movimiento Musa, y la esposa de Rubén Darío Gómez Gallo, hermano del desaparecido congresista condenado por “parapolítica”. (Ver: José Herman Muñoz, ¿Mal rector, buen amigo?)
El “barretismo” no acaba de llegar
El fantasma de la casa Barreto lleva tiempo rondando la nómina de la alma mater. Con ocasión del acuerdo político que promovió José Herman Muñoz Ñungo con los parlamentarios del Tolima, en procura de los recursos para construir la sede sur de la universidad en el municipio de Chaparral, la esposa del mismo Miguel Barreto, la abogada Claudia Bonilla, fue contratada como asesora del consultorio jurídico del programa de Derecho.
Otro protegido del Gobernador que viene ocupando altos cargos directivos, es el profesor Miguel Espinosa Rico, quien fue director de la Oficina de Desarrollo Institucional y actualmente se desempeña como director del Centro de Estudios Regionales. Espinosa ha sido asesor de Barreto en la construcción de los planes de desarrollo en sus dos períodos como gobernador.
Pero no es solo el “barretismo»: el “gomezgallismo”, el “jaramillismo”, el “santismo” (de Guillermo Santos), el “uribismo”, y sectores de izquierda como el Moir, al que pertenece el Senador Jorge Enrique Robledo, y Congreso de los Pueblos, liderado por el Senador Alberto Castilla, también tienen asiento en las oficinas de la UT.
Por ahora, la comunidad universitaria y la opinión pública regional, se encuentra a la espera de conocer el plan que la administración de Omar Mejía llevará a cabo para sacar a la institución de la crisis.
Sin embargo, con la “unidad” burocrática que aparentemente se estaría construyendo entre los partidos tradicionales por arriba, y la declaración de guerra de los movimientos clandestinos por abajo, parece que el anuncio de cambiar todo no será sino para que todo siga siendo igual.