La mano izquierda de Paula es azul cielo. Ella la eligió así porque es el mismo color del vestido de la princesa de Frozen. Hace un año, Paula fue una de las dos niñas que recibieron una mano mecánica como parte del proyecto del ingeniero Iván López del grupo de investigación y desarrollo Sennova del Sena.
López, con ayuda del Sena, busca brindar de forma gratuita prótesis mecánicas y robóticas de la extremidad superior a personas de escasos recursos. “Esta mano que en el mercado cuesta alrededor de $9 millones, le permitirá sujetar y soltar objetos ”, cuenta el ingeniero, quien empezó solo esta iniciativa hace año y medio.
En el departamento del Tolima 8.700 personas cuentan con discapacidad en una de sus extremidades superiores y actualmente es Iván el único que lidera un proyecto dirigido a esta población. “Inicié tocando puertas a la Alcaldía y a la Gobernación y no recibí respuesta. Solo me acogió el Sena y con su ayuda he realizado la entrega de dos manos mecánicas”, dice Iván.
Ahora López, quien se desempeña como instructor de robótica en el Sena, se encuentra desarrollando el prototipo de una prótesis totalmente robótica que además de coger y soltar objetos, le permitirá a la persona realizar movimientos mecánicos como colorear. “Esta prótesis tiene un valor en el mercado de $25 a $30 millones y cuenta con unos elementos que son capaces de captar las pulsaciones de los músculos, convertirlos en señales eléctricas y realizar movimientos mecánicos”, detalla.
El beneficiario de esta prótesis robótica será Anderson Guerrero, un aprendiz del Sena de 23 años que perdió su mano a los 14 años trabajando en un trapiche con su padre. “La recompensa mía es ver la sonrisa y cómo mejora su calidad de vida a raíz de esto”, cuenta Iván.
El proceso de asimilación
La elección de las primeras niñas que recibieron las prótesis mecánicas fue cuestión de azar. López conoció en un evento a la mamá de Paula y allí escuchó la historia de esta niña de nueve años que deseaba tener una mano izquierda pero que, por falta de recursos, su familia no podía proporcionársela. Fue así como decidió, en ese mismo instante, ayudar a Paula y se comprometió a empezar con ella el plan piloto del proyecto.
Luego de que Paula obtuviera su mano empezó todo un proceso de asimilación, con ayuda de una psicóloga, para que lograra adaptarse a un elemento que era ajeno a su cuerpo y que debía aprender, desde ese momento, a hacerlo parte de él.
Fue por eso que a López se le ocurrió que una manera sencilla de ayudar a esa asimilación sería fabricando las manos con diseños de superhéroes o princesas. “Ellos se sienten muy acordes e identificados con sus personajes favoritos”, señala él.
Esta idea que nació a partir de la Fundación Choca, una organización que ya ha otorgado más de 70 prótesis a nivel nacional, busca ser difundida por López en el Tolima a través de un proyecto presentado por el grupo de investigación Sennova, del Sena.
“La idea es seguir capacitando a otros instructores del Sena para que se replique el proyecto a nivel nacional y que por medio de los recursos públicos del Sena se puedan beneficiar muchas más personas en el campo. Por eso agradezco al director regional del Sena Tolima, el Dr. Felix Ramón Triana y al Subdirector del Centro de Industria y la Construcción, el Ing. Jorge enrique Montealegre, porque gracias a ellos es posible realizar este proyecto”, concluye López.