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El gerente del Ibal, José Alberto Girón, anunció ante el Concejo Municipal que Ibagué debe replicar el sistema de acueducto de ciudades en desarrollo como Bucaramanga. La capital de Santander se destaca por tener un embalse que garantiza el suministro del recurso hídrico, incluso para un crecimiento demográfico acelerado.
Según Girón, la capital del Tolima debe tratar de tener un embalse de características similares a las de Bucaramanga, ya que además de brindar agua, este fortalecería la producción energética y el turismo.
El embalse de Bucaramanga es una de las principales obras de esa ciudad en los últimos cien años. Su construcción le garantizará agua y energía a la población durante los próximos 50 años y se espera que la construcción tenga una vida útil de 120 años.
Acueducto Complementario no es la solución definitiva
El proyecto del Acueducto Complementario que desde hacía años era apenas unas ruinas, ha sido reestructurado durante la actual administración y se espera que dentro de dos años esté listo. Así, la primera fase del proyecto, que antes tenía un costo de más de $15.500 millones, ahora podría costar solo $11 mil millones. En total, se calcula el proyecto tendrá un valor de $81 mil millones en todas sus fases.
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Sin embargo, Girón aclaró que la construcción del Acueducto Complementario solo sería una solución para el problema del agua en Ibagué durante 30 años, puesto que para superar totalmente el desabastecimiento hídrico es necesario que la ciudad planee un crecimiento y desarrollo sostenible.
Además de eso, dijo que una posible solución definitiva pasa por la construcción de nuevas bocatomas, pues hoy en día Ibagué solo cuenta con tres fuentes hídricas: “se deberá pensar en un embalse con capacidad para más de un millón de metros cúbicos, en el punto conocido como San Romualdo, a la altura del río Totare, así como un túnel de más de dos kilómetros de longitud para pasar la cordillera y llegar a la parte alta de Ibagué”.
Por otra parte, el gerente del Ibal anunció la posibilidad de incluir a Ibagué como una ciudad sostenible con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, con el fin de recuperar afluentes como el río Combeima y la quebrada Cay, tener bulevares verdes y garantizar un sistema de acueducto óptimo.
