Antes de apartarse del cargo, el exrector José Herman Muñoz decidió declarar el incumplimiento del contrato para la construcción del Hospital Veterinario del Sur, un proyecto que se estimó en $6.139’093.699 y que hoy se encuentra en estado de abandono debido a la negligencia administrativa y a los manejos irregulares de los anticipos entregados al Consorcio CLB Tolima 2014.
Tal y como reveló ELOLFATO.COM el pasado 11 de mayo, las obras del Hospital Veterinario presentaron problemas desde el inicio de la ejecución, toda vez que la Universidad del Tolima le giró recursos por $2.400 millones a cuentas privadas de dos de los integrantes del consorcio y no a la cuenta definida al inicio del contrato. (Ver: El oscuro parto del nuevo ‘elefante blanco’ de Ibagué: el hospital veterinario de la UT)
El Consorcio CLB Tolima 2014, integrado por los señores Jorge Eduardo Borgogno, Renee López y William Cardona, fue el ganador del jugoso contrato para construir el Hospital Veterinario en un plazo inicial de 244 días y una prórroga de otros 110 días. Pero a la fecha las obras solo están en un 46,63 %. (Ver documento)
Pero ante los evidentes retrasos en la ejecución de las obras, el pasado 22 de julio la Universidad del Tolima decidió declarar el incumplimiento del objeto contractual aduciendo, entre otras cosas, que el contratista nunca tuvo en cuenta los requerimientos efectuados por la firma interventora con relación al manejo de los recursos. (Ver: Estudiantes de la UT protestaron por obras inconclusas del hospital veterinario)
«El Consorcio CLB Tolima 2014 a la fecha y a pesar de los reiterados requerimientos efectuados por parte de la interventoría y supervisión de obra, no entregó los soportes correspondientes a la inversión de los recursos entregados en calidad de anticipo en la obra«, señala la resolución emitida por la UT.
Fallas en la construcción
Otro de los argumentos expuestos por la Universidad del Tolima para declarar el incumplimiento del contrato tiene que ver con las graves fallas estructurales que se estaban presentando en las obras del Hospital Veterinario, ya que el consorcio demostró inexperiencia y falta de planificación.
«El contratista debió conocer fruto de la experiencia en ejecución de obras similares y que le valieron su escogencia en el previo proceso contractual, que ante el acontecer de eventos que afectaran la normal ejecución de la obra, debía activar todos los mecanismos a su alcance para asegurar su cumplimiento. En el presente caso, el contratista no desplegó ninguna actuación conducente a superarlos y esta posición contribuyó sin lugar a duda al incumplimiento contractual que se le atribuye«, dice el documento.
Además de ello, otra de las quejas de la UT está relacionada con que el Consorcio CLB Tolima 2014 nunca tuvo en cuenta las sugerencias de la firma interventora con respecto al personal que estaba participando en las obras. (Ver: “El riesgo de que el hospital veterinario sea un ‘elefante blanco’ es alto”, dice rector de la UT)
«La obra requería que el contratista dispusiera del suficiente personal idóneo durante toda la ejecución contractual, atendiendo de ser el caso distintos frentes de obra al mismo tiempo. No se evidencia por parte del contratista justificación alguna para dicho actuar, el cual generó graves consecuencias para la Universidad del Tolima y la consecución del objeto contractual«, señala.
No obstante, vale la pena recordar que la firma Consorcio Interventores Asociados también le envió un informe a la Universidad del Tolima en el que renunciaba a continuar con el contrato debido a que la alma mater tampoco había velado porque se cumplieran las recomendaciones de tipo técnico, jurídico y financiero que se habían formulado a lo largo del proyecto. (Ver informe)
¿Ahora sí investigarán?
Ante la declaración de incumplimiento del contrato, la Universidad del Tolima también manifestó en el oficio que se remitirán los documentos que sirvan de base a los distintos entes de control, todo ello con el fin de que sean las autoridades quienes determinan qué tipo de irregularidades se presentaron por parte del contratista. (Ver: Rector de la UT dice que obras del Hospital Veterinario pueden terminar en pleito)
Por supuesto, cabe esperar que la Contraloría General de la República, la Procuraduría General de la Nación, y la Fiscalía tomen cartas en el asunto para determinar cuál fue la responsabilidad de la Universidad del Tolima y quiénes fueron los responsables de que el Hospital Veterinario se convirtiera en otro «elefante blanco» de Ibagué.