La idea de crear un lugar en el que el guacal fuera la temática principal tomó forma hace dos meses, cuando cuatro jóvenes empresarios decidieron cumplir un sueño y arriesgarse a tener su propio restaurante de comida exprés, un lugar en el que este recipiente utilizado comúnmente para guardar frutas y verduras en las plazas de mercado se robara toda la atención.
Este negocio pertenece a dos parejas de esposos, quienes después de pensarlo e ir combinando ideas se arriesgaron a hacer realidad el propósito de tener su propio negocio y generar empleo. Así fue como nació El Guacal, un lugar de comida exprés en el que se pueden encontrar diferentes platos típicos de la gastronomía colombiana.
Pinchos, arepas, hamburguesa y picadas hacen parte del menú que se ofrece en el lugar. “Queríamos en un principio que fuera un lugar en el que se vendieran arepas, pero no queríamos enfocarnos en un solo producto, sino ofrecer variedad para que hubiese un plato para cada gusto”, comenta Andrea Mora, una de las propietarias.
Por este motivo, decidieron incluir en la carta diferentes tipos de comida típica. Para esto, cada uno de los propietarios aportó, según sus gustos, un ingrediente, un plato y hasta la forma de presentarlos. La decoración estuvo a cargo principalmente de una de las propietarias, Leidy Suárez, quien decidió incluir en el negocio elementos reciclados.
De esta manera, en el lugar se encuentran botellas a las que se les encontró un nuevo uso como floreros y centros de mesa, guacales pintados y ensamblados en la pared con flores, y también rayadores que ahora sirven como lámparas. Toda esta temática rústica del lugar hace que sus clientes se sientan atraídos por el local que se encuentra ubicado en la carrera Sexta A con calle 62, frente al parque de Prados del Norte.
Por otra parte, para Leidy, una de las dificultades de tener su propio negocio es organizar el tiempo entre su profesión y el lugar. Sin embargo, afortunadamente las labores de administración del sitio están divididas entre los cuatro propietarios y, por lo tanto, cada día le corresponde a alguien diferente hacer las compras y estar pendiente de El Guacal.
Tanto Leidy como Andrea concuerdan que la experiencia de abrir su propio negocio es un reto que quisieron asumir de la mejor manera. Por este motivo, ambas se esmeran diariamente en brindar lo mejor para que cada cliente se sienta como en su casa.