El ciclismo se ha convertido en uno de los deportes con mayor acogida en la ciudad, pues cada día más ibaguereños se le están midiendo al reto del «caballito de acero».
Inspirados por la pasión que despiertan Nairo Quintana, Rigoberto Urán y otros consagrados ciclistas del país, cada día crecen los grupos de ciclistas en Ibagué. Uno de ellos es Amiextreme, o Amigos Extremos, un grupo de veteranos que vieron en el ciclismo no solo una pasión sino también la posibilidad de apadrinar las más nobles causas.
Según relata, Jaime Alberto Córdoba, líder del grupo, este nació en el año 2012 en compañía de otros dos amigos, con un único propósito: la practica deportiva al más alto nivel de competencia.
«Iniciamos como un triatlón extremo. Hacíamos natación, trote y bicicleta, pero con el pasar del tiempo empezamos también a practicar parapente, paracaidismo y otros deportes extremos, teniendo en cuenta nuestra experiencia de 25 años como militares», comentó.
Fue así como Amiextreme fue creciendo y sumando integrantes a sus diferentes travesías. Fue precisamente en una de sus frecuentes ‘rodadas’ cuando surgió el deseo de ayudar a los menos favorecidos a través de lo que más les apasiona, el deporte.
«Así surgió la idea de organizar eventos sociales en favor de diferentes causas sociales. En nuestras diferentes rutas promovemos el cuidado del medio ambiente, hacemos campañas de reciclaje en el Cañón del Combeima y vía al nevado del Tolima», expresó.
Para Jaime, el hecho de que un deporte como el ciclismo cada día contagie a más personas, es una oportunidad valiosa para promover el respeto por los animales y por la niñez. Evocando sus épocas en el ejército, admite que pedalear por los ‘héroes caídos’ en combate, también es un labor muy satisfactoria.
Dentro de sus múltiples travesías, destaca aquellas en las que invita a pedalear contra el maltrato animal. En estas no se cobra ningún tipo de inscripción, pues aunque son rodadas recreativas, el propósito es recaudar alimento, collares y otros elementos para donar a los animalitos abandonados.
«Por lo general tratamos de no recibir dinero en efectivo porque es algo que está mal visto. En estos casos las inscripciones son comida y utensilios para los animalitos», acotó.
Durante sus diferentes visitas a las veredas de Ibagué, también han logrado apadrinar a varios niños de escasos recursos, a quienes han tenido la oportunidad de entregar regalos de navidad y útiles escolares.
«También hemos hecho travesías para apadrinar niños en veredas de la Martinica y de otros sectores rurales de la ciudad. En diciembre, por ejemplo, logramos reunir cerca de 150 regalos para entregar a los niños. Para estos días estamos organizando una pedaleada para recibir útiles escolares para los niños «, indicó.
Además de solidarizarse con los niños de escasos recursos de cada vereda que visitan, también son voceros del uso de la bicicleta como medio de transporte.
«Ante el exceso de tráfico en Ibagué, hemos convencido a una parte de la población a que se movilice en bicicleta. Es por esto que constantemente exigimos mejor infraestructura para quienes nos desplazamos en bicicleta. Queremos que la gente reflexione, haga deporte y ayude al cuidado del medio ambiente», concluyó.