Publicidad
Queda poco menos de un mes para que se realice el plebiscito que busca refrendar los acuerdos entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc, motivo por el cual los dirigentes políticos ya están haciendo pedagogía para promover la participación de los ciudadanos. Uno de ellos es Gentil Gómez Oliveros, exdiputado y exalcalde de Melgar, quien le dijo a esta redacción que liderará la campaña por el «sí» en el oriente del Tolima, una zona que ha padecido históricamente las consecuencias de la guerra.
Gómez dijo que espera que los tolimenses apoyen el proceso de paz para que el Departamento pueda avanzar en temas como la inversión social, la seguridad y el desarrollo económico. Afirmó que el ‘uribismo’ que ha manifestado el Tolima en elecciones pasadas ya está cambiando, y que considera que el próximo dos de octubre el plebiscito por la paz será votado a favor mayoritariamente. (Ver: Firma del acuerdo final de paz será en Cartagena: Santos)
También dijo que el gobernador Óscar Barreto está confundiendo a los tolimenses con sus opiniones incoherentes con respecto al proceso de paz, pero que no le sorprendería si finalmente el mandatario departamental decide apoyar el «sí» en el plebiscito con base en sus intereses políticos. (Ver: Ahora el gobierno de Barreto dice que apoya al presidente Santos y al proceso de paz)
ELOLFATO.COM: Usted fue uno de los alcaldes más destacados durante el periodo anterior. Y ahora lo vemos muy activo en la campaña por el “sí” en el plebiscito. ¿Qué lo llevó a apoyar el acuerdo de paz?
Gentil Gómez: Me lleva esa a posición objetiva a favor de la conciliación y la paz en el país, sobre todo mis orígenes campesinos y de una región afectada históricamente por la violencia, como es el oriente del Tolima, especialmente los municipios de Villarrica, Icononzo, la parte alta de Cunday. Es una región de donde provienen mis ancestros, y yo crecí y he vivido 40 años bajo esa sombra, ese estigma e incertidumbre, enmarcado por un conflicto que ha perdurado y ha permeado toda la institucionalidad y la ilegalidad colombiana, con el agravante del narcotráfico. Mientras ese conflicto exista, mi región y el país no podrán avanzar en procesos de democracia y desarrollo.
ELOLFATO.COM: Usted ha sido diputado y alcalde de Melgar, por eso conoce muy bien esa zona tan afectada por el conflicto. ¿Cuál es el ambiente en esa región con respecto al acuerdo de paz?
Gentil Gómez: Hay mucha incertidumbre de parte de la población. Buena parte del conflicto se ha generado en la indiferencia y la responsabilidad de los agentes del Estado, en el pasado y en el presente. La gente, en muchas oportunidades, no sabe a quién pegarse. Hay momentos en que pasan los guerrilleros y los masacran por ayudar a los agentes del Estado. Pasan los paramilitares, aunque en esa región la incursión no fue tan profunda, y los parte con motosierra. La población está en la mitad del conflicto. El país está polarizado.
Yo le he dicho a la gente del oriente del Tolima que, como nunca antes, se ha logrado estructurar un proceso que tiene el aval de todos los entes internacionales y nacionales. Este proceso ha tenido ingredientes nuevos que pueden contribuir a crear una paz estable y duradera. No es fácil estar en un conflicto donde todos dicen tener la razón. Hace poco, William Ospina decía que, de una u otra forma, por acción o por omisión, todos hemos sido cómplices y responsables de este conflicto. Yo pienso que ha llegado la hora de expresarnos en las urnas, de legitimar esos acuerdos de La Habana.
En ningún momento se ha dicho que se va a negociar la soberanía del Estado en cuanto al modelo económico o político. Pero sí se han establecido unos modelos de conducta que son importantes para que los emergentes ideológicos del conflicto desaparezcan como argumento de las Farc para seguir perpetuando la guerra. El gran agravante de las Farc es que se volvieron narcotraficantes y cometieron crímenes de lesa humanidad dentro de la dinámica del conflicto, pero a su manera también la institucionalidad terminó permeada por el narcotráfico.
ELOLFATO.COM: Las elecciones presidenciales pasadas mostraron a un uribismo muy fuerte en el Tolima. Muchos creen que por el miedo a las Farc la gente ve en el modelo uribista la salida al conflicto. ¿Puede haber variado la situación entre la elección presidencial y lo que es ahora el plebiscito por la paz?
Gentil Gómez: Lo que pasa es que las Farc se han deslegitimado mucho en el país. Y en Colombia la gente se ha acostumbrado a votar en contra de y no por. En ese momento, las Farc estaban negociando con Santos, y la guerrilla tiene la virtud de deslegitimar al negociador. Todos esos elementos tuvo que asumirlos el presidente Santos y yo le añado el sufrimiento de un voto favorable a la ideología radical de Uribe. Porque la gente está cansada de las Farc, y esa posición fue la que llevó a que Uribe tuviera esa gran votación. Pero hoy está claro que hubo un acuerdo serio avalado por la Corte Penal Internacional, por el gobierno de los Estados Unidos y de la ONU, con veeduría de distintos países y sectores que han ayudado a estructurar un acuerdo.
Lo que deja sin piso la ideología de Uribe que dice que las Farc no querían llegar a ninguna negociación. Debemos recordar que las Farc llegó a la mesa gracias a la política de “Seguridad Democrática”, inclusive antes Pastrana también hizo su aporte. El hecho de haberlos puesto al descubierto ante la comunidad internacional como narcotraficantes, violadores de derechos humanos y reclutadores de niños, hizo que fuera un asunto que los lleva hoy a negociar en unas circunstancias especiales.
ELOLFATO.COM: ¿Pero entonces usted considera que a pesar de todos los crímenes cometidos por las Farc los tolimenses apoyarán este acuerdo para acabar con la guerra?
Gentil Gómez: Es que me parece que cuando el Tolima vea que hay circunstancias serias de paz, el Departamento va a avalar el prebiscito de manera mayoritaria. Es cierto que los tolimenses por antonomasia, por ancestros somos belicosos, finalmente vamos a la paz porque somos un pueblo noble. Y yo sé que los tolimenses van a votar por la paz, por la tranquilidad, por el bienestar de nuestra gente del sur y el oriente del Tolima, donde hemos vivido el conflicto y hemos aportado los muertos. Nosotros sabemos qué es vivir en el conflicto, yo considero que el pueblo tolimense nos va a dar ese aval tan importante.
Publicidad
ELOLFATO.COM: Uno como observador encuentra que a veces los políticos no transmiten los mensajes con mucha coherencia y ayudan a esa confusión, como en el caso del Tolima. Vemos a un Gobernador que ha emitido varias opiniones frente al proceso. ¿Usted cómo ve ese comportamiento del jefe del gobierno departamental?
Gentil Gómez: Me parece que el Gobernador, como nunca antes, se presenta totalmente incoherente e inconsecuente con dos aspectos: con la realidad del país, con el Departamento, y sobre todo con su responsabilidad constitucional. Le recuerdo al Gobernador dos temas fundamentales: primero, que el manejo del orden público, de la seguridad nacional es privativo del señor Presidente de la República, que no se le olvidé que está en un estado unitario; en segundo lugar, que la búsqueda de la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento, lo establece la Constitución y él juró cumplirla.
En vez de estar dando opiniones subjetivas, contribuyendo a la desinformación y a la polarización del Tolima, debería ya estar sentado con los alcaldes, sobre todo de las zonas donde tradicionalmente ha habido presencia de las Farc, para estructurar de manera conjunta las propuestas de desarrollo integral que en el post-conflicto se tienen que dar para que los elementos que legitiman el conflicto desaparezcan. Por ejemplo, la mala calidad de la salud, la mala calidad de las vías terciarias, accesos a oportunidades en el desarrollo rural, empleo, calidad en la educación, fortalecimiento de la convivencia ciudadana, respeto por los derechos humanos. Eso es lo que tiene que estar haciendo como gobernante, no estar lanzando dardos de manera equivocada.
ELOLFATO.COM: Entonces, ¿cuál es su mensaje para el gobernador Óscar Barreto?
Gentil Gómez: El gobernador Barreto debe poner de una vez por todas claramente el objeto de su gobierno y cumplir fielmente la Constitución, eso es lo que tiene que hacer. Los gobernantes están es para avanzar y no para retroceder, para unir y no para desunir, construir y no destruir. Y sobre todo, repito, tiene el deber de consolidar la paz, eso es fundamental.
Así que lo invitamos a que construya la paz, a dejar esa actitud reticente que para nada contribuye al bienestar del Tolima. Si es cierto que ahora ve con buenos ojos el proceso de paz, bienvenido. El éxito de este proceso va a estar en el pos-conflicto, por lo menos hemos sido exitosos negociando, nos hemos pasado en esas desde 1810 hasta hoy, armando guerras y haciendo pactos. El problema es que somos muy buenos para sentarnos, para negociar, pero muy malos para cumplir; tenemos que empezar a hacerlo, unos y otros.
Y fundamentalmente la sociedad, empezar a meterse en su cabeza, qué es lo que tiene que hacer y asumir para garantizar la paz. No se construye la paz cuando desconocemos los derechos del individuo, la posición contraria, por eso la acción comunal será tan importante en este pos-conflicto. El papel de la ciudadanía, en aspectos de tolerancia, de convivencia, y unión para generar desarrollo y bienestar.
ELOLFATO.COM: ¿Usted cree que Barreto llega con una posición definida al 2 de octubre o podría el uribismo modificarle su opinión?
Gentil Gómez: Yo no quisiera adelantarme a las actitudes políticas del gobernador Barreto, porque todos los días me sorprende negativamente. Pienso que él lo que tiene es un interés marcado por el manejo y el centralismo del poder, es una persona bastante engreída en el manejo del poder, tiene unas actitudes autócratas, es un poco mesiánico. Y como le gusta manejar el poder, seguramente en la medida que él vea que tiene la opción de controlar aspectos como la inversión de los territorios en la construcción de la paz y tener la posibilidad de ir a protagonizar como le gusta, y que va a tener el protagonismo que está buscando, seguramente por conveniencia llegará a apoyar la paz.
