Más de 350 trabajadores de Esimed que se quedaron sin empleo por el cierre de la clínica, se verán obligados a pasar una dura Navidad junto a sus familias. A pesar de la constante lucha, las soluciones parecen estar lejanas.
EL OLFATO tuvo la oportunidad de conocer el momento por el que atraviesa uno de los afectados. Se trata de Alexander Cardona, quien se desempeñaba como auxiliar de enfermería en la entidad. (Ver: Por pésimo servicio cierran Clínica Esimed de Ibagué, que atiende a pacientes de Medimás)
Menciona que “es difícil. En vez de estar alegre, uno se siente triste. Mis hijos no tienen la culpa, ellos son pequeños y me preguntan cuándo vamos a comprar los regalos porque el árbol está vacío”.
Asimismo, dice que en estas fechas todo resulta ser más frustrante, pues las deudas y la incertidumbre por no saber que pasará el próximo año con su trabajo los atormenta cada día. Algunos se han visto obligados a entregar sus viviendas en arriendo y buscar apoyo en sus seres queridos.
«Ya no hallo qué hacer, todos los días me llaman de los bancos. Estoy reportado en todo por la demora en los pagos y los intereses se lo comen a uno cada día”, relata con la voz entrecortada.
Como él, son muchos los empleados que se enfrentan a diario a la misma situación. (Ver: Trabajadores de Esimed marchan para exigir la reapertura de la clínica en Ibagué)
“Estamos pasando por un momento muy difícil, ha sido traumático en la vida familiar y en la parte económica. La empresa lo que hace es emitir comunicados diciendo que hay que tener paciencia”, agrega.
Entre tanto, dice que esperan que las directivas de la clínica se responsabilicen y tomen cartas en el asunto. Ya son cinco meses sin estar laborando y las alternativas planteadas parecen beneficiar sólo a los pacientes. Por lo tanto, él y sus compañeros seguirán uniendo fuerzas para sobrellevar la problemática.
“Todos tenemos mucha fe y esperanza, hacemos cadenas de oración para que se nos respete el derecho al trabajo digno y nos paguen lo que nos adeudan”, concluye.