Aunque tengo mi propia definición de ‘Voluntad Política’, recurro a un concepto tal vez más puro de Rousseau, desde su filosofía política: El Estado debe ser dirigido por la voluntad política general del pueblo. A parte de esos intereses comunes, los hombres tienen sus intereses especiales, diferentes, propios de su persona o de grupos a los que pertenece.
La segunda parte de esta definición es realmente la que se aplica en Colombia. La mayoria de nuestros mandatarios, léase alcaldes y gobernadores en especial, anteponen sus intereses individuales de llenar sus bolsillos con dineros públicos o siguen cual lacayos la ambición monetaria, de poder y control de sus partidos políticos, pero por ningún lado aparece el interés general del pueblo por tener mejor infraestructura, en este caso para el deporte.
Mi definición es muy sencilla: Voluntad Política es que al mandatario de turno se le dé la gana de apoyar el deporte. A los hombres y mujeres que se preparan con gran esfuerzo en micro o macro ciclos para representar a su región o a su país en procura de una medalla para “poner en alto el nombre de su departamento o de Colombia”. Muchas veces, hemos sido testigos de la mendicidad de tantos buenos deportistas para financiar una concentración o un viaje de cara a participar en un evento nacional o internacional y la respuesta es que no hay presupuesto, no hay plata. Mentira, no se les da la gana, no hay voluntad, porque el presupuesto va para otro lado donde la comisión, el peaje, el serrucho o el ‘cómo voy yo’ es el real interés del fulano de turno.
Por estos días, el Valle del Cauca dio una clara demostración de lo que es la Voluntad Política hacia y para el deporte. La gobernadora, Dilian Francisca Toro, y la gerente de Indervalle, Clara Luz Roldan, lanzaron la estrategia ‘Valle Oro Puro’. La gobernación pagó al instituto $14.500 millones que le adeudaba y aparecían como déficit, elaboró una escala de salarios de acuerdo a la experiencia y logros de los entrenadores, dignificando la profesión; también recuperó a 22 deportistas que se habían ido del Valle a otros departamentos por falta de apoyo.
Ahora, los deportistas del Valle del Cauca tendrán apoyo en lo académico mediante becas universitarias, y en lo económico según sus logros. También a los integrantes de la llamada reserva deportiva o deportistas de proyección se les brindarán ayudas. Se ofrece transporte y alimentación a quienes llegan de otros municipios a Cali para entrenar. Además, de 140 entrenadores se pasó a un planta de 175, y la inversión general de este proyecto es cercana a los $20 mil millones, beneficiando a 400 deportistas de alto rendimiento. Igualmente, hace un par de años la Asamblea Departamental, a través de la voluntad política de los diputados, aprobó modificar ordenanzas que generan más recursos para el deporte vallecaucano, sin crear nuevos impuestos.
No más indiferencia, no más intereses politiqueros, no más a la ambición de llenar las alforjas particulares. Necesitamos que más regiones acojan y emulen modelos como ‘Valle Oro Puro’, porque el Deporte Colombiano necesita voluntad política.