Si le gustaría desconectarse del mundo cotidiano, fortalecer el cuerpo y reunirse entre amigos, los talleres de Acro Yoga Ibagué son una buena opción.
Este es un colectivo de la ciudad que fusiona tres veces a la semana la acrobacia y el yoga en diferentes espacios de la ciudad, entre los que se encuentran: Metaima, El panóptico y la Casa de la Juventud.
Más de 20 personas se reúnen en parejas para desarrollar las posturas indicadas por el líder del grupo. Además de representar una actividad física, también hace parte de un proceso de meditación y análisis.
Su filosofía se fundamenta en la palabra “Kula”, que en sanscrito, significa comunidad del corazón.
El mentor del taller ha trabajo en el arte circense desde hace más de 10 años, de hecho, fue ejerciendo esta actividad cuando en Argentina tuvo su primera experiencia con Acro Yoga.
“Aprendí trapecio y también hacia acrobacias, que en sí eran posturas de yoga sin que yo lo supiese”, menciona Andrés Duque, quien es ingeniero forestal de la Universidad de Ibagué.
Comenta que su trabajo se basa en el compartir de los ibaguereños y busca con este proyecto la expansión del tejido humanitario y la recuperación de los espacios como parques y plazas de la ciudad.
“En el grupo las personas sienten que pertenecen a una comunidad, por eso mucha gente que sufre de depresión nos busca para hacer amigos, por que allí además de hacer ejercicio, hablamos y entablamos relación con los demás”, cuenta Duque.
Durante la semana, los horarios en los que se reúnen suelen ser a las 6:00 de la tarde y en ocasiones también lo hacen los sábados en la mañana. Esta información puede ser encontrada en su pagina oficial en Facebook: Acro Yoga Ibagué.
La actividad es recomendada para personas de cualquier edad, sin importar el género, desde los 16 años hasta los 70, pues además de ayudar con el estado físico también es beneficioso en tratamiento de recuperación de lesiones.