En la sentencia del Consejo de Estado que anuló la elección del Contralor de Ibagué, Ramiro Sánchez, aparece un hecho llamativo dentro de la defensa que hizo el Concejo Municipal, y que había pasado inadvertido por la prensa local.
De acuerdo con el expediente, los abogados del Concejo de Ibagué aseguraron ante el Consejo de Estado que una de las razones por las cuales modificaron a última hora las reglas de juego del concurso de méritos para la elección del Contralor Municipal era porque los integrantes de la mesa directiva de la corporación (en diciembre de 2015) metieron «un mico» para favorecer a una participante, en este caso a la abogada Marcela Jaramillo, quien obtuvo la calificación más alta.
Y para corregir ese supuesto ‘mico’, la nueva mesa directiva del Concejo de Ibagué, en enero de 2016, integrada por los concejales Camilo Delgado y William Santiago Molina, decidió cambiar el término de concurso de méritos y ‘rebautizar’ el mecanismo por «lista de aspirantes», jugada que permitió la elección de Ramiro Sánchez, quien ocupó el tercer lugar.
Chisme «absurdo»
Pues el Consejo de Estado no le dio crédito al ‘chisme’ que empleó el Concejo de Ibagué para defenderse y calificó de «absurdo» ese argumento porque cuando se abrió el concurso de méritos era imposible saber quiénes se presentarían y mucho menos el nombre de la concursante que tendría la calificación más alta.
«Ahora bien, no es de recibo la afirmación presentada en su recurso de apelación por el apoderado del Concejo municipal de Ibagué según la cual la introducción dentro de las reglas de la convocatoria de ese puntual criterio de mérito fue un “mico” de la mesa directiva saliente para favorecer a una participante. Lo anterior, no sólo porque ninguna prueba allegó para soportar el aserto, sino porque el mismo resulta absurdo si se tiene en cuenta que en el momento en que se expidió la resolución No. 330 del 7 de diciembre de 2015 que efectuó la convocatoria e introdujo esa criterio de mérito, no había posibilidad de anticipar quiénes atenderían la convocatoria, cuál sería el resultado de las diferentes pruebas, cuál sería el puntaje final de cada quien y cómo quedaría conformada la lista de elegibles», resaltó el Consejo de Estado.
Acto seguido, el alto tribunal explicó detalladamente la manera cómo ‘torcieron’ el concurso de méritos que favoreció a Ramiro Sánchez, candidato respaldado por los 16 concejales de Ibagué, investigados ahora por la Procuraduría Regional del Tolima.
«El Concejo municipal de Ibagué afectó la validez del proceso de allí en adelante, irregularidad que se materializó (i) cuando, mediante la resolución No. 005 del 8 de enero de 2016, conformó la ahora llamada “lista de aspirantes” en la cual incluyó personas que no obtuvieron un puntaje final igual o superior al 80% del total del valor porcentual equivalente al 100%, por cuanto no desarrolló el principio del mérito, y (ii) cuando el 9 de enero de 2016 eligió como Contralor municipal al señor Ramiro Sánchez, quien no obtuvo el puntaje referenciado y, además, vulneró el derecho subjetivo en cabeza de quien ocupó el primer puesto en la lista de elegibles«.
Ahora, la ciudadanía y los medios de comunicación estarán atentos a la defensa que emplearán los concejales de Ibagué en la Procuraduría Regional del Tolima, un ente de control que ha tenido enormes cuestionamientos por su falta de resultados y por los aparentes manejos políticos que ha tendido desde hace décadas.