Ángela Viviana Gómez, una de las funcionarias más polémicas de la administración del alcalde saliente Luis H. Rodríguez, termina sus casi ocho años como secretaria de Cultura de Ibagué en medio de comportamientos polémicos. (Ver: «Yo quiero saber cuál ha sido el aporte que le ha dado Santiago Cruz a la ciudad»: Ángela Viviana Gómez)
Gómez, ha sido la secretaria que más tiempo ha permanecido en el cargo. Pasó de la administración de ‘Chucho’ Botero a la de Luis H., gracias al poder político de su exesposo Óscar Berbeo, el exconcejal de Ibagué y propietario de la concretera Boylam.
Pues Ángela Viviana logró una licencia para salir anticipadamente de la secretaría de Cultura, y dejó en su reemplazo a su más fiel escudero: Édgar Bárcenas, un funcionario que le ha guardado la espalda en los procesos contractuales y hasta en las famosas incapacidades médicas que presentó cada vez que el Concejo de Ibagué quiso hacerle debates de control político.
De la licencia muy poco se sabe y casi nadie se ha enterado porque la secretaría de Cultura, durante la administración de la señora Gómez fue una verdadera “república independiente”, como lo aseguran sus compañeros de gabinete.
Pero la ausencia de la funcionaria no es noticia. Lo realmente delicado es que se fue sin entregar el informe completo de la secretaría de Cultura a la comisión de empalme del alcalde electo Guillermo Alfonso Jaramillo. Para ella fue verdaderamente incómodo este proceso, que inició el pasado 18 de noviembre.
“Es natural que esto ocurra. Ella hace cuatro años no tuvo que hacer empalme porque pasó de la administración de Jesús María Botero a la de Luis H. Rodríguez, y esperaba tal vez continuar en la secretaría porque su familia estuvo de lleno en la campaña de Jhon Esper Toledo. Pero no fue así”, dijo una fuente cercana al proceso del empalme.
ELOLFATO.COM pudo establecer que Ángela Viviana Gómez sólo se reunió dos veces con la comisión de empalme, presentó información parcial y seleccionada, y cuando le insistieron en que entregara documentos oficiales de temas puntuales como sus millonarios convenios con Fenalco, dijo que los delegados de Guillermo Alfonso Jaramillo no eran representantes de los “órganos de control”. (Ver: Procuraduría abrió investigación por el cuestionado convenio entre Fenalco y la secretaría de Cultura de Ibagué)
Después, en otro encuentro con la comisión de empalme, la última semana de noviembre, argumentó que estaba enferma, pero no de gastroenteritis como dijo en junio cuando evadió el debate de control político en el Concejo. Esta vez el diagnóstico fue otro: disfonía. (Ver: Supuesta enfermedad de la secretaria de Cultura provoca investigación disciplinaria)
Por esa razón tampoco pudo atender a los periodistas que la abordaron el 25 de noviembre, en la mañana, en la sede del Panóptico. Los comunicadores le pidieron que les hablara del contrato 2376, del 5 de diciembre del año 2013, relacionado con el Centro Cultural del Sur, que tenía un plazo de ejecución de 25 días, y que después de casi dos años no se ha liquidado.
Finalmente, el pasado primero de diciembre, el equipo de la secretaría de Cultura entregó a la comisión de empalme un informe digital solo con la relación de contratos y el presupuesto, año por año, pero nunca aparecieron los planes indicativos para determinar si las metas que se fijó esta dependencia se cumplieron.