La llegada de Guillermo Alfonso Jaramillo a la Alcaldía de Ibagué llenó de ilusión a la mayoría de ciudadanos. Después de los oscuros cuatro años de la administración de Luis H. Rodríguez, muchos votaron por él creyendo que la ciudad tendría un gobernante serio, ejecutivo, maduro, con carácter y decidido a luchar de manera frontal contra la corrupción.
Prometió nombrar a la exfiscal Elsa Vincos como zar anticorrupción de la Alcaldía, precisamente para que fuera sus «ojos» dentro del gabinete. Prometió que las relaciones con el Concejo de Ibagué no estarían mediadas por la repartición de puestos, como en el pasado, sino que quería un cabildo independiente y no sometido. Prometió que no utilizaría la pauta publicitaria para interferir en la línea editorial de los medios de comunicación, porque consideraba exagerado que su antecesor se hubiera gastado $4.200 millones (periodo 2012 -2015) para tratar de mejorar la imagen de su gobierno.
Casi todas sus promesas, dos años después de su posesión, fueron solo promesas. Elsa Vincos nunca fue nombrada en el gobierno y la corrupción en Ibagué no se acabó sino que cambió de apellidos. (Ver: ¿Qué pasó con la Oficina Anticorrupción que anunció en campaña Guillermo Alfonso Jaramillo?)
El Concejo de Ibagué se parece más a una dependencia de la Secretaría de Apoyo a la Gestión y el alcalde Jaramillo, cada vez que asiste a la clausura de sesiones, les agradece todos los favores recibidos. Además, extrañamente, esta corporación ha hecho todo lo posible para que la ciudad esté sin Contralor y sin Personero Municipal en propiedad, favoreciendo los intereses de una administración que no tolera la crítica ni sorporta la vigilancia de sus procesos.
Cuando hubo un presidente del Concejo que se atrevió a agilizar la posesión del nuevo Personero de Ibagué, Efraín Hincapié, el mandatario local entró en uno de sus habituales episodios de cólera y ordenó retirar las cuotas de ese cabildante. Pregúntenle al concejal Carlos Andrés Castro.
Y la pauta publicitaria siguió siendo ‘el garrote’ de la Alcaldía de Ibagué, como lo fue con Luis H. Rodríguez.
Cuando se fundó este medio digital, el 7 de abril del año 2014, decidimos no presentar ninguna propuesta publicitaria a la administración de ese entonces por dos razones. Primero, conocíamos que el exalcalde Rodríguez se quejaba constantemente en los medios que criticaban su gobierno y pedía que le dieran «manejo» a los temas. Y, segundo, porque teníamos serías sospechas de la criminalidad con la que ejecutaban los presupuestos oficiales en esa administración. ELOLFATO.COM no quería ese tipo de interferencias y preferimos buscar la financiación a través de empresas privadas.
De hecho, el hoy alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, en un evento social en julio de 2014, en el Restaurante Altavista, durante un partido del Mundial de Brasil, nos felicitó públicamente -frente a los hermanos Andrés y Tania Sierra- por haber iniciado este proyecto periodístico sin someterse a la chequera oficial de Luis H. y su cuadrilla.
Por esa razón, cuando Jaramillo llegó a la Alcaldía de Ibagué decidimos recibir publicidad oficial, porque creíamos que él era un político serio, transparente y bien intencionado. Jamás pensamos que recurriría al chantaje de la pauta para presionar a los medios.
Fue así como en el primer año de mandato, la Alcaldía de Ibagué y el Ibal invirtieron en la divulgación de sus campañas en este portal informativo.
Mientras esto ocurría, hicimos el cubrimiento al registro informativo de la administración local pero también realizamos investigaciones sobre los malos manejos de la Secretaría de Tránsito, los convenios a dedo de la Secretaría de Bienestar Social, los contratos ‘chaleco’ que montaban en la Oficina de Contratación y el oscuro alumbrado navideño de 2016, que movió sus tentáculos no solo en el despacho del alcalde Jaramillo sino también en Infibagué y el Ibal. (Ver: Los ‘tentáculos’ del Alumbrado Navideño llegaron también al Ibal)
Publicamos más de una veintena de investigaciones, pese a tener contratos publicitarios con el gobierno municipal. Prueba de ello, es que varios secretarios del despacho salieron del gabinete por estas denuncias. Dos de ellas: Maribel López Quintero, de Tránsito, y Patricia Cerón, de Bienestar Social. (Ver: Sale Maribel López de la Secretaría de Tránsito) (Ver: La mamá del asesor jurídico del alcalde Jaramillo recibió convenio a dedo por $138 millones de manos de la Secretaria de Bienestar Social)
Este año, y después del escándalo del alumbrado navideño, el gobierno del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo emprendió un sutil proceso para debilitar a ELOLFATO.COM.
En enero de 2016, decidió vincular a la administración a los tres -únicos- reporteros de este medio de comunicación. Y, la segunda medida, fue no contratar publicidad buscando, aparentemente, ‘asfixiarnos’ económicamente.
Llama la atención que después de llevarse a los periodistas de este portal, Jaramillo dijo en un consejo de gobierno que ya sabía quiénes eran los funcionarios de la Alcaldía de Ibagué que nos entregaban información. ¿Se los llevó de informantes? Tal vez.
Ahora, cuando el Alcalde vio que no logró debilitarnos, y que las denuncias continuaron, recurrió al libreto de Luis H. Rodríguez para atacarnos.
Luis H. decía en privado que ELOLFATO.COM era crítico porque él no pautaba en este portal y, como no tenía carácter, ponía a su exasesor Orlando Arciniegas para que dijera en la radio lo que no se atrevía a manifestar en público.
Lo mismo hacen ahora Guillermo Alfonso Jaramillo y su gerente del Ibal, Alberto Girón. Los dos funcionarios se defienden atacando a este sitio web, insinuando que las denuncias por los cuestionados procesos de contratación del acueducto alterno se deben a la falta de publicidad.
De inmediato, el escuadrón digital cercano al mandatario municipal, replica esta falsa acusación para defenderlo.
Mientras el alcalde Guillermo Alfonso acude a estas bajezas, más empresas -privadas y públicas- ven el crecimiento periodístico de ELOLFATO.COM e invierten sus recursos en este medio.
Por eso queremos agradecerles a nuestros anunciantes: Constructora Torreón, Seapto, Comfenalco Tolima, Cortolima, Motorysa, CasaToro, Universidad de Ibagué, ComfaTolima, Universidad del Tolima, Nueva EPS, Mercacentro y AeroSport, entre otros.
La lección que nos dejó la historia de Luis H. Rodríguez permite concluir que solo el tiempo revela la verdad y pone a cada uno en el lugar que le corresponde.