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El docente de la Universidad de Ibagué, Daniel Montoya, obtuvo su segundo premio internacional en poesía. El primer reconocimiento lo alcanzó en abril de 2018 cuando resultó ganador del concurso español de Poesía y Prosa Narrativa “Granajoven 2018”. El segundo, se lo otorgó la Universidad de San Buenaventura de Cali en el marco del XIV Concurso Literario Bonaventuriano de Poesía y Cuento.
Este segundo concurso se llevó a cabo en la sucursal del cielo, en el que participaron 1.324 escritores provenientes de 26 países. Allí, fue premiado el poemario El pueblo de la hierba que está inspirado en la mirada de este docente sobre los animales, específicamente sobre los más chicos, los insectos.
Uno de los poemas que más llamó la atención se titula La Cucaracha, en el que se narra ese momento mágico en el que el insecto queda patas para arriba (posición mortuoria) y ve por primera vez en su vida las estrellas. (Ver: Docente de la Universidad de Ibagué gana concurso de poesía internacional)
Y es que así es Montoya, un docente de Lectura y Escritura que encuentra poesía en cualquier rincón, en el piso, en lo simple, en todo aquello que no es visible para cualquier ojo.
Sobre su pasión por la poesía, Daniel explicó, con su forma particular, que su mente está todo el tiempo atenta y en sintonía con su entorno, de allí es de donde se inspira.
“Yo vivo pensando como escritor en todo momento; con el delirio de los músicos, uno ve a estos locos que hacen música, ensayando acordes en el viento como si tuvieran una guitarra; al baterista, golpeando con sus baquetas imaginarias el viento. A mí me pasa lo mismo con la poesía, no hago gestos porque todo es interno, todo lo pienso y recibo como poeta”, precisó el profe.
Sobre su más reciente obra, señaló que los poetas observan esos elementos de la cotidianidad con una mirada distinta en donde no existen connotaciones negativas o positivas. (Ver: Por primera vez un docente ibaguereño gana premio en reconocimiento a las mejores prácticas de innovación)
“Cuando observamos a los animales, al cielo, a las plantas, con una mirada biológica, los poetas nos depuramos de la carga política, religiosa y cultural que nos sesga”, aseveró.
Tres poemas de El pueblo de la hierba
La cucaracha
pasó la noche patas arriba
contempló por primera vez
las estrellas.
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Para la hormiga
que marcha de primera en la fila
su sombra es el único suelo.
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La araña tejió su red
en el cañón
de la escopeta.
