Según el Ministerio de Salud, el consumo de cigarrillo se disminuyó entre 2008 y 2013. Sin embargo, este sigue siendo un factor de riesgo importante en términos de la disminución de años de vida. La buena noticia es que el tabaquismo es una de las causas de muerte más prevenibles en el mundo.
“Fumar, sin duda alguna, debe comprenderse como un problema de salud que atenta contra el bienestar y la calidad de vida. Es un hábito difícil de dejar, pero totalmente posible de abandonar. Se trata de un proceso que toma su tiempo y para el cual existen programas especializados que brindan opciones terapéuticas”, expresó el Dr. Abraham Alí Munive, Neumólogo y Director Médico de la Fundación Neumológica Colombiana.
En esta misma línea, el especialista asegura que para dejar el cigarrillo es indispensable que la personas cuente con la disposición. Ya que se calcula que el 70 % de los fumadores pueden dejar de fumar, un 60 % estaría dispuesto a hacerlos y el 27 % lo haría en el próximo mes.
Los beneficios de dejar de fumar son muchos. Según datos recopilados por Exfumaire, programa de cesación del cigarrillo de La Neumológica, los beneficios de dejar de fumar se hacen evidentes en el cuerpo a los 20 minutos: la presión arterial disminuye hasta alcanzar el nivel en que estaba antes de fumar por última vez.
Asimismo, ocho horas después de fumar, el nivel de monóxido de carbono en la sangre es normal; a las 24 horas, disminuye la probabilidad de un ataque cardiaco; a las 48 horas, las habilidades y sensaciones del gusto y el olfato empiezan a volver; a las 12 semanas, la función pulmonar aumenta un 30%; a los nueve meses, el organismo disminuye la tos y la dificultad para respirar; y a los 10 años, el riesgo de cáncer pulmonar disminuye en un 50%, al igual que el cáncer de boca, vejiga, riñón y páncreas.
Por esta razón, la Fundación Neumológica Colombiana comparte diez claves para dejar de fumar:
- Establecer una fecha específica: tomar la decisión de cuándo empezar a dejar el cigarrillo es fundamental. Esta marcará en la mente el inicio del camino para lograr el propósito.
- Hacer una lista de razones para dejar de fumar: escribir una lista, para tener a la mano, que sirva como recorderis de “por qué se dejará de fumar y cómo esta decisión contribuye a la salud”.
- Reducción del consumo: días antes de comenzar con el propósito, reducir el consumo de cigarrillo como preparación. Esto, además, facilitará acabar poco a poco el hábito.
- Identificar los momentos en los que siente más ganas de fumar y cambiar de rutina: de esta forma se combate la ansiedad. Una opción es comenzar a hacer ejercicio regularmente para aliviar la tensión y las ansiedades.
- Mantener una alimentación balanceada: evitar consumo de cafeína, cítricos, gaseosas y frituras, aumentar la ingesta de frutas, verduras y zumos naturales además de frutos secos, minimizar ingesta de grasa y carbohidratos.
- Deshacerse de todo lo relacionado con el cigarrillo: encendedores, ceniceros, y sobre todo, los cigarrillos, que pueden generar momentos de debilidad y ansiedad.
- Buscar apoyo profesional: De acuerdo con la OMS y la Guía de Cesación de Tabaquismo de la Fundación Neumológica Colombiana, solo el 3% de las personas que desean dejar de fumar, sin apoyo profesional, lo logran; mientras que el 60%, que se apoya en profesionales, cumple con el propósito.
- Realizar actividad física diaria: durante mínimo 30 minutos todos los días. Caminar siempre es una buena opción.
- Tener un adecuado patrón de sueño: dormir a una hora fija todos los días y despertarse a una hora fija. Se recomienda, mínimo, 7 a 8 horas.
- Sea optimista: es importante confiar en sí mismo, ser disciplinado y constante. Es importante tener presente que la decisión de dejar de fumar ya es en sí un gran paso. Dejar de fumar es difícil, pero no imposible.