Después de conocerse que la Fiscalía General de la Nación le imputará el presunto delito de celebración de contratos sin cumplimiento de los requisitos legales al alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, por el escandaloso alumbrado navideño del año 2016, el mandatario decidió tomar correctivos para que sus subalternos no lo metan en más problemas con la justicia. (Ver: Jaramillo solicitó aplazamiento de audiencia de imputación en su contra porque no tiene abogado)
Jaramillo buscó a un reconocido abogado bogotano para que vigile los procesos de contratación de la Alcaldía de Ibagué, quien será una especie de ‘zar anticorrupción’ local. Esa figura la anunció en campaña pero la cumplió dos años después de posesionarse en el cargo. (Ver: ¿Qué pasó con la Oficina Anticorrupción que prometió el alcalde Jaramillo?)
El encargado de esa tarea es Augusto Alfonso Ocampo, abogado de la Universidad Católica de Colombia, especialista en investigación criminal, y con una amplia experiencia en la rama judicial.
Ocampo conoció al alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo en la administración de Gustavo Petro, cuando se desempeñó como director distrital de asuntos disciplinarios de la Secretaría Jurídica de Bogotá.
EL OLFATO: ¿Cómo se da su llegada a la administración del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo?
Augusto Ocampo: Conozco al doctor Guillermo Alfonso Jaramillo desde mi paso por la Bogotá Humana (administración de Gustavo Petro). Tengo el mejor concepto de él desde el punto de vista de su honestidad, su transparencia y como gobernante.
A propósito de varios temas que he llevado a cabo a nivel nacional, en alguna oportunidad, no hace mucho, tuvimos la ocasión de charlar y él, bastante inquieto por el tema de los ruidos que hay alrededor de ciertos temas, tratándose de contratación, consideró oportuno y pertinente, siendo consecuente con lo que él prometió en alguna oportunidad, y por la necesidad de defender el patrimonio de lo público, pues veía con buenos ojos contratar y hacerse a los servicios de una oficina de abogados, en este caso la mía, para hacer todo ese control de la mano de los organismos de control, en los temas de contratación, sobre todo a nivel de Ibagué.
EL OLFATO: ¿A partir de cuándo y cómo funcionará esa oficina anticorrupción?
A.O: Digamos que se están proyectando y acordando ya los términos, sería un contrato. El equipo sería liderado por el suscrito y serían no menos de tres abogados especializados en diferentes áreas. En el caso mío en el área de investigación criminal, un abogado especializado en derecho penal, otro en derecho administrativo y lógicamente en contratación.
Ya estamos trabajando, estamos a portas de esta semana dar a conocer ciertos canales o conductos a través de los cuales todos los ibaguereños, sin distingo porque este tema es jurídico, de transparencia y no tiene nada que ver con lo político, tienen un conducto y tienen una mano amiga para trabajar, blindando toda la información, será bien recibida, con toda la confidencialidad, y siempre trabajaremos lógicamente generando las alarmas, las alertas, los informes respectivos, y las acciones judiciales a que haya lugar ante la Procuraduría, ante la Personería o incluso ante la Fiscalía General de la Nación.
EL OLFATO: ¿Esta oficina tendrá total autonomía o no podrá indagar en ciertos temas?
A.O: Solamente porque tengo la posibilidad de actuar conforme a derecho, y dentro de las pautas de la transparencia, es que he aceptado ese compromiso tan superlativo. De no ser así, seguramente no lo habría aceptado, y si hay algún freno, algún impedimento que nos limite el ejercicio para lograr descubrir – si hay – algún tipo de manejo irregular, pues seré el primero en renunciar.
EL OLFATO: ¿Esa oficina estará ubicada en las instalaciones de la Alcaldía?
A.O: Precisamente para evitar ese tipo de «manoseo» no nos vamos a prestar para eso. He dado instrucciones al equipo que lidero para que tomemos una locación cercana a la Alcaldía, que tengamos independencia en ese sentido, y lógicamente vamos a disponer de una línea de WhatsApp y un correo electrónico para recibir todas las denuncias soportadas, levantaremos las actas respectivas y estaremos dando los informes.
Acá no se trata de acumular evidencias, material probatorio. Aquí se trata de dar resultados.
EL OLFATO: ¿Cuál es el panorama que tiene hasta el momento de Ibagué en materia de corrupción?
A.O: Advierto una ciudad en alerta, que apenas trata de salir de un tema que la golpeó y que dejó un impacto negativo a nivel nacional, estamos hablando de los Juegos Nacionales.
Veo que hay activas ciertas labores judiciales de la Fiscalía General en varios frentes, eso de todos modos debe darle tranquilidad a los ibaguereños y a los medios de comunicación, a los que hago un llamado para que retroalimenten, ya que son ustedes los que manejan sus fuentes y seguramente si hay ese interés se puede llegar a feliz término revelando y develando todas las manos oscuras, esos tentáculos de la corrupción que desafortunadamente en este momento han posicionado de manera negativa a Ibagué.
Ese es el corte de cuentas a la fecha, el estado del arte y precisamente el gran reto que asumimos: queremos defender lo público, rescatar y evitar que esas finanzas, que esos dineros corran la misma suerte de las administraciones anteriores. Pensamos que a buena hora, seguramente muchos dirán que tardíamente, el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo ha optado por blindar no solamente su imagen y su capital político, sino pensando en el bien de los ibaguereños.
EL OLFATO: ¿Cómo ve usted el tema de los mandos medios de la administración local, dicen que concentran mucho poder?
Repito que yo creo en la honorabilidad y la honestidad de Guillermo Alfonso Jaramillo como gobernante y como persona. Lastimosamente en muchas administraciones esos grandes «negocios» y esos temas de corrupción se manejan es a ese nivel.
Es imposible que un gobernante, si es responsable, si es honesto y cumplidor, esté al tanto de las 10.000 operaciones de su administración. Seguramente muchos incurren en omisiones, en irregularidades administrativas. Que se le quiera dar la connotación de punible a ciertas irregularidades meramente administrativas, será la defensa en este caso de los funcionarios que tendrán que comparecer ante la administración de justicia quienes desvirtúen eso.
No toda irregularidad administrativa comporta un hecho delictivo, hay que mirar eso con lupa y si escudriñar, investigar y desnudar si hay manos criminales en los mandos medios.
EL OLFATO: ¿Qué opinión le merece la afirmación del Alcalde en la que dio a entender que por confiar en algunos funcionarios es que está enfrentando un proceso penal?
Yo veo que la necesidad de blindaje más que del Alcalde es de toda la comunidad. Seguramente él, consecuente con ese mandato y ese pacto de transparencia que se firmó, ve la necesidad. A él le queda muy complicado como primera autoridad estar detrás de cada proceso.
Es por eso que él delegará esa tarea en personas que tengan la experticia y que sin ningún compromiso y afinidad política hagan las investigaciones de rigor. Estamos dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias.