El más reciente informe del Dane, que midió la tasa de desempleo en el periodo entre diciembre y febrero, reveló que Ibagué es la tercera ciudad del país con mayor número de desocupados con una tasa del 16,1 %. Sin embargo, estas cifras no revelan la realidad de la situación laboral en la capital del Tolima, puesto que en la ciudad existen otras 50.200 personas subempleadas, incluso de manera informal, lo que habla de 98.200 ibaguereños que se encuentran en una situación de desempleo abierto o disfrazado.
De acuerdo con Jorge Renza, coordinador del Observatorio del Empleo del Tolima, el Dane entrega unas cifras que merecen respeto, pero sí hay que cuestionar las definiciones utilizadas por dicha entidad para resumir las condiciones laborales (empleo, informalidad) de acuerdo a la ocupación de los ciudadanos. Aunque el Dane dice que en el trimestre entre diciembre de 2015 y febrero de 2016 hubo 48.000 personas sin trabajo en Ibagué, el Observatorio insiste en que la verdadera tasa de desempleo debería ser del 39 %.
“Se supone que esa información es confiable, pero el problema es la definición. Según el Dane, en Ibagué está ocupada una persona que haya ejercido, en la semana anterior a la actual encuesta, una actividad remunerada o no remunerada mínimo de dos horas. En otras palabras, si yo voy y le ayudo a un tío en una tienda de barrio durante dos horas, así me pague o no, para el Dane yo ya estoy ocupado”, dijo Renza.
Para el especialista, la tasa de desempleo en Ibagué que expresa el Dane es una cifra que no representa de ninguna manera la situación laboral de los ciudadanos, ya que los índices de subempleo son superiores al 50%, lo cual indica que de cada 10 ocupaciones, seis son informales vinculados al ‘rebusque’. Es más, podría decirse que 98.200 ibaguereños no tienen una fuente de ingresos que se ajuste a las necesidades mínimas.
“A febrero de 2016, el 40% de la mano de obra ocupada estuvo vinculada al ‘cuenta propismo’, reflejando a todas luces que la economía local es una economía de ‘rebusque’. Por eso digo que las cifras de desempleo esconden la dimensión real. No puede ser que se diga que alguien está ocupado, es decir, empleado, cuando no está recibiendo una remuneración. No están mal medidos, el problema es cómo definen las variables”.
De la misma manera, Renza aseguró que al desempleo debe sumarse el subempleo, una condición laboral que, según el Dane, está alrededor del 30% en Ibagué: “Una persona que está subempleada no está plenamente ocupada porque no está satisfecho ni con el trabajo que tiene, ni con los ingresos ni con la jornada, incluso puede considerar que lo que está haciendo no está acorde con la formación que haya tenido”.
Se mantiene la brecha
Sobre si en la capital del Tolima todavía existen mayores dificultades para las mujeres a la hora de conseguir un empleo, Renza dijo que todavía la brecha se mantiene y que ello obliga a las mujeres jóvenes a que entren en la informalidad o se subempleen.
Y es que en Ibagué hasta los ciudadanos que lograron un nivel de estudios secundarios o universitarios tampoco gozan de unas mejores condiciones laborales. Según el Observatorio, la mayoría de la mano de obra de Ibagué es femenina y tiene únicamente un nivel de secundaria, algunas veces hasta incompleto.