Derretimiento del glaciar del Nevado del Tolima no se detiene

En la segunda mitad de este siglo, de mantenerse el nivel del derretimiento del glaciar, el nevado del Tolima podría extinguirse.

El volcán nevado del Tolima tiene el glaciar más pequeño del país, con un área de solo 0.58 kilómetros cuadrados, pero está sufriendo una pérdida promedio del 3 % al año.

Así lo revela el más reciente estudio de los glaciares del país, dado a conocer por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en el mes de julio.

El informe ha ganado coyuntura porque, como consecuencia de la última ola invernal que sufrió la región, el nevado se dejó ver en todo su esplendor y hasta muchos consideraron que se notó una recuperación de su glaciar.

Pero la realidad es otra. Se trataría de nieve temporal, neblina y escarcha, es decir, no es hielo, que es lo que necesita el glaciar para crecer o por lo menos para mantenerse.

Aunque el nevado también es un volcán activo de baja intensidad, de reactivarse su naturaleza volcánica el derretimiento sería más acelerado. (Ver: Volcán Nevado Santa Isabel perdió el 37 % de su área entre 2016 y 2018, según Ideam)

Sin embargo, la situación del nevado del Tolima no es tan alarmante como la que corre su vecino, el Santa Isabel. Este ecosistema perdió el 37% de su área entre enero del 2016 y febrero del 2018, según los estudios realizados por el Ideam.

No obstante, Jorge Ceballos, ingeniero geógrafo del Ideam, responsable de estudiar los glaciares del país, señala que la condición del nevado del Tolima sí es preocupante porque sí se está derritiendo, aunque no con la misma celeridad que el Santa Isabel.

“El nevado del Tolima tiene una gran ventaja y es que registra una altura considerable -de 5.200 metros sobre el nivel del mar-, que le permite mantenerse en el tiempo, respecto a otros glaciares que como el Santa Isabel no llegan a los 5.000 metros”, explica el glaciólogo.

Agrega que aquel glaciar que no supera los 5.000 metros tiende a extinguirse en esta zona ecuatorial, caracterizada por las altas temperaturas. (Ver: Alarmante deshielo de los nevados del Tolima, Ruiz y Santa Isabel)

El ingeniero y montañista César Gutiérrez Barreto, que hace parte de la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo del Tolima, es testigo directo de la reducción histórica del glaciar.

Desde 1978 viene subiendo a la cumbre del nevado del Tolima a practicar montañismo. Él señala que es evidente cómo el área de hielo se ha deteriorado desde entonces.

“Encontrábamos nieve perpetua por debajo del puente Cerro Negro, un monte emblemático por la cara sur del nevado del Tolima, ubicado a los 4.000 metros. La última vez que subimos en el 2016 tuvimos que pasar el Cerro Negro para encontrar nieve perpetua por encima de los 4.800 metros”, asegura el montañista.

El ingeniero Ceballos considera que la actual condición del nevado del Tolima podría ser peor de no haberse tomado medidas de protección por parte del Parque Nacional de los Nevados.

“Desde hace varias décadas lo protegimos, de lo contrario, la degradación sería mayor. No solo estaría afectado el glaciar, sino también el páramo”, precisa el experto.

Y agrega: “más allá de hablar de la extinción del nevado del Tolima, lo importante es que la gente lo disfrute, lo observe, le tome fotos, lo estudie, lo conserve y para eso no necesariamente tiene que ir hasta allá”.

Por: REDACCIÓN MEDIO AMBIENTE

Foto: EL OLFATO

Fecha: lunes - 27 agosto - 2018