El Consejo de Estado condenó a la Aeronáutica Civil y al Departamento del Tolima a pagar una millonaria indemnización al sobreviviente de un accidente aéreo ocurrido el 20 de marzo de 1999 en zona rural del municipio de Chaparral.
La Unidad Administrativa de la Aeronáutica Civil incurrió en una falta grave al expedir un certificado de aeronavegabilidad y aprobar un plan de vuelo a la empresa ‘Aerosur’, la cual no contaba con autorización para prestar el servicio de transporte comercial. Además de esto, quedó en evidencia que hubo deficiencias en el control del tráfico aéreo.
Se encontró que el Aeropuerto Perales de Ibagué, de donde salió la aeronave, en ese entonces no tenia la infraestructura suficiente para ejercer el control del vuelo. Por esta razón, no pudo orientar al piloto acerca de las condiciones meteorológicas, los cambios en las reglas del vuelo y alternativas que tenía para la ruta, desencadenándose al final el accidente en el que resultó lesionada la tripulación, el demandante y los pasajeros.
La Unidad Administrativa de Aeronáutica Civil tiene el deber de cumplir la debida normatividad al momento de emitir certificaciones y autorizar y vigilar la actividad de transporte aeronáutico, dado que al no hacerlo incurre en violaciones a su deber, que la obliga a suspender los vuelos que no cumplen las exigencias legales para entrar en actividad.
De igual forma, se indica que el Departamento del Tolima también incurrió en una falta al no garantizar la seguridad de los funcionarios que se desplazaban en la aeronave y no examinar la idoneidad y cumplimiento de las exigencias legales y reglamentarias del prestador del servicio de transporte aéreo con el que celebró el contrato.
La Sección Tercera del Consejo de Estado le ordenó al propietario de Aerosur reembolsar el dinero que pague el departamento del Tolima por las condenas que le fueron impuestas, por haberse configurado la culpa grave de la empresa al prestar un servicio sin la debida acreditación.
Lo que ocurrió en 1999
Para ese entonces un avión de la empresa Aerosur, que fue contratado por el Departamento del Tolima, despegó del aeropuerto Perales de Ibagué con destino al aeródromo del municipio de Planadas, llevando a bordo al piloto y seis funcionarios de la Oficina del programa Plante para la sustitución de cultivos ilícitos.
La aeronave desapareció luego de reportar condiciones meteorológicas adversas y dos días después fue localizada en el Cerro Copete, en Chaparral. Allí fueron encontrados también los cuerpos sin vida del tripulante y de cinco pasajeros, además del demandante, quien padeció heridas y lesiones permanentes severas.
Para el momento de los hechos, la empresa Aerosur estaba autorizada para realizar actividades de turismo, pero no tenía registro para la prestación de servicios comerciales de transporte aéreo.