Tres de cada diez consultas con el otorrino se relacionan con la presencia de un objeto extraño alojado en los oídos o las fosas nasales, por lo que es necesario identificar cuáles de estas son urgencias reales y seguir el procedimiento adecuado.
Juguetes, pulseras, botones o trozos de lápices son algunos de los objetos que los niños, en particular, pueden introducir en sus oídos o nariz. En estos casos se recomienda programar una evaluación ambulatoria con el otorrino, en vez de ir a urgencias.
Según explica el cirujano Luis Fernando Romero, jefe de Residentes de Otorrinolaringología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), la inserción de estos objetos puede producir diferentes síntomas en el paciente, como rasquiña, dolor y secreción purulenta, entre otros.
La extracción dependerá del cuerpo extraño, ya que se dividen entre biológicos y no biológicos. Entre los biológicos se encuentran, por ejemplo, insectos como cucarachas, polillas o arañas, que por estar vivos se pueden adherir a las cavidades y generar perforación de la membrana.
Esto puede generar infecciones crónicas de oído de largo plazo, por lo que, ante este caso, se recomienda que el médico ahogue el insecto para detener el daño, y que luego, de forma ambulatoria, el otorrino pueda extraerlo.
“Lo más importante es matar al insecto con alguna solución como glicerina o alcohol, después de esto el otorrino se encarga de hacer la extracción indicándole al paciente los movimientos correctos que debe realizar y haciendo uso de las pinzas y demás herramientas adecuadas”, detalla.
Si se trata de un objeto no biológico la extracción se puede postergar, excepto si se trata de una pila, ya que estas tienen componentes tóxicos que pueden generar necrosis (muerte de las células o tejidos), perforación total o deformaciones estructurales.
“El otorrinolaringólogo debe identificar y extraer el objeto antes de que pasen seis horas, pues después de este tiempo se puede generar muerte del tejido circundante, ya sea de la nariz o del oído”, precisa el médico Romero.
Más frecuente en niños
En las consultas médicas es más frecuente que la población pediátrica presente cuerpos extraños alojados en las cavidades. También es más común en servicios de urgencias de hospitales de primer y segundo nivel.
Sin embargo, también se puede presentar en adultos, en especial en aquellos que tienen algún compromiso del coeficiente intelectual, retraso mental, o síndrome de Down.
“Lo más importante es hacer lo que es correcto para el paciente, evitarle riesgos adicionales y procurar que la extracción sea realizada por un especialista. Los oídos, la nariz o las cavidades de la cabeza no deben ser manipuladas por personas que no tengan experiencia o que no cuenten con las herramientas necesarias, porque pueden generar mayores traumatismos en los conductos auditivos, sangrado y más dolor”, añade el médico Romero.
*Tomado de Unimedios